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Actualizado el 14 de Enero de 2019

Neoliberales y su complicidad con la dictadura

"En ninguna parte del mundo alguien que se haga llamar “liberal” podría participar de dictadura alguna, sencillamente porque liberalismo y autoritarismo son una contradicción en sí mismo".

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En Chile los Chicago Boys paradójicamente se dicen liberales. En verdad no son más que una mezcla de neoliberalismo y conservadurismo radical. Durante mucho tiempo han tenido la desfachatez de pasar por liberales, en circunstancias que colaboraron directamente con la dictadura de Pinochet y apoyaron sus crímenes.

En ninguna parte del mundo alguien que se haga llamar “liberal” podría participar de dictadura alguna, sencillamente porque liberalismo y autoritarismo son una contradicción en sí mismo. Sin embargo, en Chile los discípulos de Milton Friedman aprovecharon un régimen antidemocrático, lo apoyaron, para llevar acabo su experimento neoliberal.

Con el apoyo de militares que reprimían, asesinaban e infundían temor en la sociedad, los neoliberales impulsaron sus reformas radicales sin contar con oposición social alguna. Claro ejemplo de ello es la reforma al sistema de pensiones que al eliminar todo principio de seguridad social, impuso el sistema de AFPs sin que nadie pudiera oponerse. Lo mismo sucedió con el Plan Laboral y cuantas otras reformas.

Nada de esto es casual. Este grupo de economistas tiene poco apego por la democracia. Después de cuatro décadas, continúa celebrando el régimen de Pinochet y pareciera que mantienen un desprecio constante por las mayorías. Ellos prefirieron ser cocineros de una receta sin contrapeso ni democracia y lo siguen prefiriendo así.

José Piñera, ícono de este grupo de economistas, demuestra tal doble estándar. Diciéndose “liberal” por una parte, reglón seguido llama al dictador como “Presidente Pinochet”. La situación no resiste análisis.

Si bien es cierto que existen distintos tipos de liberales, algunos clásicos y otros como yo igualitarios o progresistas, pero en ningún caso existe un tipo de liberalismo que sea cómplice con dictaduras. De un liberal el mundo debería esperar un apego irrestricto a la democracia y a la vigencia universal de los derechos humanos. No hay otro camino posible para un liberal, independiente del tipo que este sea.

Entonces, a José Piñera y los Chicago Boys, comencemos a llamarlos por lo que son: neoliberales, conservadores y cómplices de una dictadura.

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