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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Kasabian en Chile, quién dijo que el rock de guitarras estaba muerto

(Foto: Erick Bustamante @thecircusphotorock)

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Bárbara Alcántara es Periodista especializada en música. Instagram: chicarollinga

Diecisiete canciones, una hora y veinte minutos y un huracán rockero sin parangón que empezó puntualísimo con una pandilla que desborda actitud “madafucka”. Sí, tal como suena, porque después de tres años desde su debut en Chile en Lollapalooza 2015, los de Leicester arrasaron con todo en un Teatro Caupolicán a medio llenar que los idolatró como si se tratara de estrellas futboleras. Hasta el más crítico de los críticos saltaba enajenado y vitoreaba a la agrupación que llegó a Santiago para promocionar su sexto disco “For crying out loud” (2017).

Justamente la intro del mencionado álbum fue la encargada de arrancar con el show que estuvo configurado por un simple telón negro en el fondo con unas lágrimas estampadas, aludiendo a la portada de la última entrega. Cero parafernalia. En escena son sus dos líderes Tom Meighan y Sergio Pizzorno quienes se roban las miradas por la energía épica que son capaces de transmitir en el primer show en solitario de los ingleses, cuya primera fecha estaba presupuestada para el 24 de mayo pasado y fue pospuesto para anoche.

El setlist continuó con “Underdog” y “Days are forgotten”, piezas que calentaron motores para lo que se venía, las bailables “eez-eh” y “You’re in love with a psycho”, encargadas de encender el recinto que, a pesar de no estar con su total capacidad, le energía de aquellas atrayentes bases conjugadas con guitarras ensordecedoras, eran capaces de lograr tal cometido con pocas pretensiones y un gran resultado.

La voz de Meighan se escucha robusta y vigorosa; Pizzorno, además de hacer los coros exhibe su dulce tono vocal en canciones como la acústica British Legion. El también principal compositor de la banda juega a ser maestro de ceremonias, saluda en español, camina como si estuviera entrando a un ring de boxeo y pide al público encender las luces de los celulares hasta proponer dinámicas grupales como bailar desde el suelo para explotar en saltos. Y la mayoría engancha. Enganchamos, bien digo.

Kasabian es una agrupación que no genera gran ruido a nivel mediático, en buen chileno “pasan piola”; probablemente es porque tienen claridad de la gran potencia escénica de la que son dueños. ¿Quién dijo que el rock de guitarras estaba muerto? Ellos demuestran que no muere, sino que evoluciona.

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