Chile y la prueba APEC 2019
"Chile en la próxima versión de APEC pondrá énfasis en materias de interés para el desarrollo nacional, tales como acuicultura y agricultura, con énfasis en la seguridad alimentaria".
Jaime Abedrapo es Director de la Escuela de Gobierno de la USS
Por segunda vez Chile organizará el encuentro APEC. La primera vez fue el 2004 y en aproximadamente un mes asume la presidencia nuevamente.
Sabemos que APEC resulta ser una vitrina de primer nivel para mostrar nuestro desarrollo, capacidades de integración y asociatividad con distintos mercados, y que en esta ocasión tendrá como protagonistas a cuatro regiones, Los Lagos que será sede junto a Santiago para el 2019 y otras tres que se sumarán la labor de mostrar el trabajo regional y local en Antofagasta, Valparaíso y Biobío.
Chile en la próxima versión de APEC pondrá énfasis en materias de interés para el desarrollo nacional, tales como acuicultura y agricultura, con énfasis en la seguridad alimentaria. Además de presentar temáticas como la incorporación de las mujeres al mercado laboral y productivo en todos los ámbitos.
Todo ello, en momentos en que el país aspira a incrementar las inversiones y ampliar la matriz de exportaciones, en vista a un mayor crecimiento económico, el que a su vez tenga impacto en mayor empleo y bienestar social. Por estas y otras razones, APEC 2019 se nos presenta como hito relevante y una oportunidad para la actual administración.
No obstante, APEC como Foro no podrá mantenerse ausente de otros asuntos de la agenda política global. En efecto, los principios fundadores de APEC han sido el regionalismo abierto y la no discriminación, los cuales han conseguido ampliar y diversificar los mercados, en un contexto de lineamientos apuntados a la liberalización económica, facilitación de comercio e inversión y cooperación técnica y económica, quedando aún pendiente, como lo expresarían los partidarios de la Economía Social de Mercado, las temáticas relativas a la cohesión social, respeto medio ambiental y desarrollo sostenible, además del fomento del respeto y protección de los derechos humanos, incluyendo los de solidaridad, en las 21 economías que componen el Foro.
Lo anterior será más evidente, luego de atender a las realidades complejas por las que atraviesa la Unión Europea, quien fuera el impulsor por excelencia pos segunda guerra mundial en materias de integración política y garante de los derechos humanos, que hoy se sumerge en discusiones políticas tendientes a la salida de alguno de sus miembros (Brexit – Reino Unido), avance de los nacionalismos excluyentes, irrespeto a los acuerdos estructurales económicos y sociales del bloque político, entre otros elementos.
Por otro lado, algunos gobiernos que componen APEC están actuando en contra de los lineamientos de organizaciones y/o tratados que intentan mitigar los efectos del cambio climático, como Estados Unidos y China. Potencias que no muestran voluntad en avanzar en acuerdos mundiales en estas y otras temáticas relevantes en la agenda de seguridad mundial.
En cierto sentido, la ciudadanía cada vez más informada y organizada tendería a exigir responsabilidad política en las actuaciones de sus gobiernos, en particular en sociedad democráticas que están insertas en APEC, como Chile, situación que tendería a no aceptar que este Foro se limite a asuntos de intercambio y ampliación de comercio.
Por ello, es posible que ciertos temas no expuestos a nivel oficial en el Foro, sí tengan un espacio para ser abordados desde la sociedad civil, la que muy posiblemente se organice en paralelo a APEC 2019, y que además se manifieste en las actividades a nivel local y regional del mismo encuentro.
En consecuencia, la agenda global y una APEC que se ha hecho sinónimo de un foro eficiente y eficaz para buscar acuerdos, posiblemente tenderán a empalmar y así cambiar el sello del Foro, encaminándolo a temas considerados hasta hoy como políticos, pero que difícilmente los Estados democráticos puedan seguir obviando.