Diseño antiacoso callejero
"Finalmente, es fundamental la promoción de un lenguaje visual no discriminatorio, ya sea publicidad, carteles y anuncios".
Isabel Serra Benítez es Arquitecta Laboratorio Ciudad y Territorio UDP.
Más allá de las políticas, mecanismos de participación y opiniones en torno a los temas de acoso que se han planteado el último tiempo y que afectan principalmente a las mujeres, entre ellos el callejero, vale la pena plantearse una pregunta que probablemente muchos se han hecho: ¿cuáles son las acciones que en concreto pueden ayudar a evitar estas situaciones?
Primero, incorporar la perspectiva de género en el diseño del espacio público identificando las necesidades y requerimientos según edad, etnia, capacidades y vulnerabilidades de las usuarias de los distintos lugares, también las inequidades cuantificando las brechas en materia del uso del espacio público.
Segundo, es importante reconocer el problema de percepción de inseguridad que tienen las mujeres; dónde y por qué se sienten inseguras; identificar los espacios que no tienen control visual ni social e incorporar recomendaciones sobre el diseño de vegetación, iluminación y visibilidad previendo la instalación de espacios intermedios como escaleras, galerías, halls y baños en sitios bien conectados y no aislados del resto de los lugares.
Tercero, en materia de accesibilidad, hay que identificar las actividades de cuidado que suelen realizar las mujeres -protección, traslado, compras, acompañamiento, entre otras- y proveer el acceso universal a todos los servicios disponiendo espacios de aseo, lactancia e higiene adecuados.
Cuarto, en el ámbito de la movilidad, es necesario realizar un análisis de rutas, horario, frecuencias, flujos y actividades de las usuarias. Desde la perspectiva de la peatonalizacion, hacer hincapié en el diseño y ejecución de veredas, mobiliario urbano y sobre todo paraderos, espacio donde más esperan las mujeres por el transporte público.
Finalmente, es fundamental la promoción de un lenguaje visual no discriminatorio, ya sea publicidad, carteles y anuncios. También sería positivo incorporar nomenclatura en calles, plazas, parques y edificios que recuerden mujeres que han hecho aportes en este ámbito visibilizándolas en nuestros barrios, urbes y país: pequeños detalles que ayudan construir una ciudad más inclusiva y equitativa.