Egypt Station, el disco con que regresa Paul McCartney a Chile
"De las dieciséis canciones se podría prescindir de cinco o seis; a pesar de que su finalidad era lograr un concepto unificador que cuesta detectar. Lo que sí encontramos son joyitas como las mencionadas donde hay un rescate de sonidos que el mismo creó".
Bárbara Alcántara es Periodista especializada en música. Instagram: chicarollinga
Se trata del primer album de McCartney en cinco años, responsable de que el ex Beatle visite por cuarta vez nuestro país con su nuevo tour mundial bautizado como Freshen up. También se trata de un disco algo difícil de reseñar ¿cómo criticar a Macca? ¿cómo escribir, de manera sutil que su décimo séptimo trabajo en solitario podría no superar las expectativas que se tienen del arquitecto del pop rock mundial?
Vamos por parte. Con una carátula que es una pintura hecha por el mismo Paul en 1988, el disco fue publicado en septiembre de este año antecedido por la mejor campaña de publicidad que pudo haber tenido. La participación del multiinstrumentista en el Carpool Karaoke, afamado segmento del programa de televisión de James Corden, que lo llevó por un nostálgico recorrido a lugares emblemáticos de Liverpool interpretando canciones con las que crecimos, junto con irrumpir sorpresivamente en un clásico pub inglés frente a un público atónito de emoción.
Sí, a todos se nos pararon los pelos y casi llegamos a las lágrimas por no decir derechamente que lloramos. Fueron casi 24 minutos donde estratégicamente y por un par de segundos también sonó “Come on to me” el contagioso primer single del nuevo álbum. A eso se le suma la recreación de la icónica portada de Abbey Road con una caminata por el célebre paso cebra registrada en un video publicado en su cuenta de Instagram y el lanzamiento de “Paul McCartney, la biografía” escrito por Philip Norman.
Existen dos posturas que la prensa especializada señaló sobre Egypt Station; una es la visión mayormente ligada al cariño eterno que existe por el bajista de los Beatles, por lo tanto, la vara es menos exigente, total es Paul McCartney. Podría estar abanicándose en alguna playa paradisíaca pero no, a sus 76 años, continúa en la senda de la creación sin vivir de glorias pasadas con presentaciones en vivo caracterizadas por el generoso protagonismo de las canciones de su banda madre.
La otra es que por el mismo hecho de ser uno de los mejores compositores de la historia debería entregar un material a la altura. El tema es que con él, contradiciendo el primer punto, las expectativas superan lo imaginable. Todas y todos quisiéramos que regresara con una obra maestra que superara lo que alguna vez logró junto a Lennon, Harrison y Ringo o también con Wings en el alabado Band on the Run (1973).
La realidad es que Egypt Station es dueño de grandes baladas, “I don’t know” tiene un piano que retrotrae inevitablemente al pasado sesentero, “Confidante” demuestra la eterna facilidad que tiene el Sir inglés para escribir sobre un quiebre amoroso o amistoso y la dulce “Happy with you” cuyo tratamiento sonoro y letra concebida para un tierno arrullo, pareciera haber sido extrapolada de los discos McCartney (1970) o RAM (1971).
“Come on to me” y “Fuh you” son melodías pop contagiosas y positivas tipo “Off the Ground” (1993), mientras que los sonidos clásicos llegan con riffs de guitarra que recuerdan a “Back in the USSR” junto a las canciones “Who cares”, “Despite Repeated Warnings” y el cierre con “Hunt you down/Naked/C-Link”: roqueras, plagadas de matices y una cuidada instrumentación.
La razón por la que el disco decae considerablemente es por su duración, de las dieciséis canciones se podría prescindir de cinco o seis; a pesar de que su finalidad era lograr un concepto unificador que cuesta detectar. Lo que sí encontramos son joyitas como las mencionadas donde hay un rescate de sonidos que el mismo creó. Es como si Paul se desdoblara; el de los Beatles influencia al actual y lo mantiene entre lo que ya sabemos y está recontra dicho, uno de los personajes esenciales a la hora de revisar no sólo la música sino la cultura popular del mundo entero.