Un gobierno que no sabe ni quiere saber sobre Derechos Humanos
¿Qué tan importantes son para quienes forman Chile Vamos los DDHH? ¿Los entienden? ¿Tienen claro que hay cosas que deben superar sus individualidades? ¿Que la sociedad se construye sobre la base del respeto de quienes la habitamos? No queda tan claro.
Francisco Méndez es Periodista, columnista.
Este gobierno es como el mandatario que lo encabeza: se mueve de acuerdo a intereses temporales, cosas que le pueden dar réditos y apoyos transitorios, tal o cual semana, con tal de aglutinar a un grupo determinado en torno suyo. Por esta razón es que en La Moneda no tienen nada claro, teorizan sobre lo que no saben y redefinen conceptos con tal de salir beneficiados.
Pero, para ser justos, esto último no es solo patrimonio de Piñera o de esta administración, sino de este sector que hoy nos gobierna desde siempre. A lo largo de la historia, nuestra derecha siempre ha tomado decisiones para satisfacer sus necesidades, ya que nunca ha diferenciado mucho éstas de las del país. No cree en una totalidad, sino en la particularidad de lo que a les afecta o les beneficia a sus integrantes, incluso saliéndose de lo que se les exige para poder cumplir con sus expectativas.
Quienes habitan hoy la casa de gobierno nos han reafirmado esto con muchas acciones; han redefinido ideas y sus significados para que puedan calzar con lo que quieren hacer. En estos meses hemos visto acciones lo suficientemente claras en esta dirección como para no notarlo. Sin ir más lejos, por estos días hemos sido informados de que lo que hemos visto no es lo que es, solamente para beneficiar algunas de sus políticas.
¿O acaso haber negado el Comando Jungla, luego de que se nos refregó en la cara, no es una demostración de ello? ¿Y el hecho de que se nos haya contado que la salida de haitianos, sin derecho a volver en nueve años, es un acto humanitario, no forma parte de lo mismo? Parece que sí. Parece que todo es acomodable a lo que ellos creen conveniente acomodar, porque la realidad es algo moldeable de acuerdo a lo que surja en el momento.
Fue lo que vimos también este fin de semana cuando el gobierno se negó a firmar el Pacto de Migración impulsado por la Organización de Naciones Unidas. Preguntado por esta decisión, el subsecretario del Interior señaló que migrar no es un derecho humano. Lo dijo sin siquiera sonrojarse, logrando dejarnos perplejos con esa magnífica habilidad que tiene nuestra derecha para decir que lo que no es sí es, y lo que sí es, al contrario de lo que creemos, resulta ser solamente producto de nuestra imaginación.
¿La razón? Simple: lograr que haberse salido de este pacto no resulte ser lo que realmente fue, es decir: la evidencia de lo poco que les interesa a los gobernantes alinearse con medidas colectivas cuando estas van en contra de lo que les puede beneficiar. No es algo de ideas, sino de de intereses a corto plazo. Porque esta administración no mira más allá. Le parece aventurarse demasiado.
Pero esta decisión también nos lleva a preguntarnos qué tan importantes son para quienes forman Chile Vamos los Derechos Humanos. ¿Los entienden? ¿Tienen claro que hay cosas que deben superar sus individualidades? ¿Que la sociedad se construye sobre la base del respeto de quienes la habitamos? No queda tan claro. No parece evidente que la derecha se haya reformulado como lo ha repetido hasta el cansancio; parece que, en cambio, ha disfrazado sus mañas históricas de otra cosa. Ha intentado hacer que no sea tan visible lo que siempre lo ha sido, resolviendo sus vicios de manera comunicacional antes que ideológica. Es más simple y no trae consigo tantos sacrificios. Y no hay nada que odien más que los sacrificios.