Comedia de lujo

Chaqueteo, racismo, hipocresía y xenofobia. Todos estos “maravillosos” atributos son los que lamentablemente caracterizan a la sociedad chilena, y que en la cuarta noche de Viña 2019 quedaron magistralmente evidenciados por el comediante argentino Jorge Alís.

Fue un extranjero quien se atrevió, sin tapujo alguno, a mostrar cómo somos los chilenos y cuáles son los problemas que tiene nuestra sociedad que cada día se torna más violenta e intolerante con cuanto tema le pongan por delante. Y lo mejor de todo, nos hizo darnos cuenta que no enfrentamos nada.

Alís dejó prácticamente en el olvido a Felipe Avello y su tibia rutina; a lo repetido, machista y aburrido que fue Dino Gordillo; y a la innecesaria presencia de Jani Dueñas sobre el escenario de la Quinta Vergara.

Un espectáculo teatral soberbio, marcado por la presencia de un elenco en el que también participaron actores y músicos de diversos países de América Latina, en una rutina multifacética que nos hizo olvidar los evidentes problemas de voz que el argentino evidenció durante su encuentro con la prensa en el Hotel Sheraton Miramar.

Atómico y a la vez humilde, recibió los premios con una emoción que conmovió a cualquiera, con un público que de principio a fin fue cómplice de su espectáculo. Gracias a Jorge Alís el humor resucitó en el cumpleaños 60 del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, la fiesta musical del verano que aún espera que le canten el cumpleaños feliz como se lo merece.