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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

RED: el nuevo sistema de transporte o “El color de tu corazón”

"Así las cosas, este cambio de nombre parece más un homenaje a la banda de cumbia argentina que hizo bailar a Chile en los 90' que la inauguración de un sistema de transporte fantasma y que sólo ve y usa el Presidente y su ministra".

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Alvaro Miranda Delgado es Director del Observatorio de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial de la Universidad Tecnológica Metropolitana, UTEM

Hoy se informó públicamente que el Gobierno ha decidido cambiar el nombre del Transantiago a RED. Recuerdo una banda de electro-cumbia argentina de los 90′ llamada RED y creo que este anuncio es tan pachanguero y delirante como los trasandinos del ritmo.

Una promesa de campaña del Presidente Piñera fue “terminar con el Transantiago”. Ello es imposible en 4 años y peor aún sin voluntad política. Como no se puede terminar este mal sistema en lo real se optó por rebautizarlo y así hay “promesa cumplida”, aunque el sistema siga siendo malo e ineficiente. Pero veamos 5 indicadores que nos darán luz al respecto.

a) Evasión: 2013 = 21% v/s 2018 = 28,5%.
b) Demanda: 2009 = 1.207 millones de validaciones v/s 2018 = 868 millones de validaciones.
c) Tarifa: 2009 = $380 v/s 2019 = $700. En igual periodo el IPC acumulado es de 40,79% y la tarifa aumentó un 84%.
d) Las pérdidas económicas en 2018 alcanzaron los 280 mil millones de pesos, lo que representa un aumento en 48 mil millones respecto el 2017.
e) Las Pistas Solo Bus en Alameda concentran un 50% de taxis y sólo un 23,7% de buses. No hay voluntad de generar infraestructura a los buses.

Como puede apreciarse, el Transantiago ha sido un mal sistema y lo sigue siendo. No hay elementos reales ni datos que permitan pensar ni menos afirmar que ha cambiado o mejorado tanto, que es “otro sistema”. La construcción de nuevas líneas de metro son una buena noticia, pero no cambian el panorama en lo sustancial: hoy los buses siguen (y seguirán, por varios años) transportando más pasajeros que el metro.

Así las cosas, este cambio de nombre parece más un homenaje a la banda de cumbia argentina que hizo bailar a Chile en los 90′ que la inauguración de un sistema de transporte fantasma y que sólo ve y usa el Presidente y su ministra.

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