La contradicción socialista

“El narcotráfico es la expresión más salvaje del capitalismo”, expresó alguna vez Claudia Pizarro, alcaldesa de La Pintana, y militante demócratacristiana, en el programa de TVN, Estado Nacional.

Lo expuesto por Pizarro no es una frase dicha al azar. A comienzos del siglo 21, unos años después de la caída de Pablo Escobar en Colombia, las Naciones Unidas estimaron que el narcotráfico abarcaba cerca del 8% del comercio mundial de la forma más primitiva que tiene el mercado: te vendo y tú compras. Sin regulaciones, sin límites, sin lógicas antimonopólicas y para peor, con un producto o “servicio” peligroso.

Ya han pasado años desde la caída de Escobar, y Colombia actualmente dista mucho de aquella en la que era sinónimo de muerte, guerrilla y cocaína. Pero lo cierto es que el mercado de la droga sigue y funciona no muy distinto a una transnacional.

Como toda transnacional, el narcotráfico se adapta al contexto. Cambian su forma de producción, su manera de mover la mercancía y se adapta también a los contextos sociopolíticos de cada lugar en el mundo, incluido Chile.

Si bien el mercado del narco se mueve en un contexto lo más alejado posible de la regulación del Estado (pues casi todos los Estados en el mundo lo enfrenta, o por lo menos lo intenta), lo cierto es que el último tiempo se ha visto, gracias a las investigaciones realizadas por Canal13 y TVN, su acercamiento a través de la política, y en particular, a través del Partido Socialista que se ha sido cuestionado en su última elección interna por los vinculos del alcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera, con el narcotráfico.

La comuna posee el 20% del padrón de la Región Metropolitana, y en los comicios se detectaron personas expulsadas del partido por sus vínculos con el narco, incluido el alcalde Aguilera. Por otra parte, en el padrón se repite una misma dirección, Pedro Lagos 1966, en la cual aparecen siete familiares de Jorge Pinto Carvajal, quien fue detenido cuando trabajaba como funcionario municipal en San Ramón por el delito de narcotráfico y que lo tiene por estos días recluido en el penal Santiago I.

¿Cuántos de esos votos emitidos en San Ramón fueron hechos, directa o indirectamente, gracias al gentil auspicio de gramos, balas, sangre y muerte de un mercado salvaje que no conoce otro acuerdo que la plata o el plomo? Y, peor ¿Cuánto le importa de verdad al Partido Socialista?

Validar las elecciones internas del Partido Socialista, en particular la situación que ocurre en la comuna de San Ramón, no es solo pasar por alto las atrocidades que hay detrás del narcotráfico, sino que también es validar lo más salvaje del capitalismo que ellos tanto critican por ser, según ellos, el principal responsable de las brechas y diferencias brutales entre las personas que componen nuestra sociedad.