Los nuevos datos sobre la epidemia de VIH en Chile
Leonardo Arenas es Coordinador AIDS Healthcare Foundation (AHF CHILE)
Este martes, UNAIDS ha publicado un adelanto del informe “Communities at the centre”. Los datos respecto de las regiones y países serán liberados en la 10th International AIDS Society Conference on HIV Science que se realizará en la Ciudad de México entre los días 20 y 24 de este mes.
El informe revela su preocupación por la desaceleración de los recursos para afrontar la respuesta al VIH, que por primera vez se han reducido en casi USD $1.000 millones de dólares, lo que se debe a “la disminución de los donantes y que las inversiones nacionales no crecieron lo suficientemente rápido para compensar la inflación”. Aunque las nuevas infecciones de VIH crecieron en un 1.7 millones de personas se sigue registrando, en términos globales, una disminución del 16% desde 2010, lo que se debe principalmente a los progresos registrados en África oriental y meridional. Al mismo tiempo, se registran aumentos en otras regiones, como Europa Oriental y Asia Central (29%), Oriente Medio y África del Norte (10%) y América Latina con un 7%.
Una gráfica muestra los porcentajes de las nuevas infecciones por países de América Latina entre 2010-2018, en donde Chile lidera las tasas de crecimiento con un 34% seguido de Bolivia (22%) y Brasil y Costa Rica (21%). Los países que disminuyeron sus tasas fueron El Salvador (48%), Nicaragua (29%) y Colombia (22%).
Días antes de conocerse el informe, en una actividad de testeo de VIH en el Parque Bustamante organizada por la SEREMI de Salud RM, el Ministro de Salud, doctor Jorge Mañalich, había afirmado que nuestro país alcanzará las metas “90-90-90” a fines de 2020. “Se pretende encontrar a 15.000 personas que viven con VIH. Tenemos que salir a buscar y permitir a una persona que vive con el virus lo sepa, para que acceda al tratamiento gratuito, mediante el AUGE y una vez que está en tratamiento, prácticamente todos ellos tendrán una supresión viral, esto significa que no transmiten el virus”, consigna la página del Ministerio de Salud.
Con motivo del lanzamiento del informe se revelaron las cifras de nuestro país: “En lo que respecta a Chile indica que 71 mil personas en el país viven con VIH, lo que implica un aumento de cuatro mil personas más respecto al 2017, cuando se registraron 67 mil. Del universo de personas que viven con VIH, 61.660 han sido diagnosticadas. Además, señala que 45.140 de las personas que viven con VIH reciben tratamiento, es decir, 6.140 más que el año anterior, pasando de 39 mil en 2017 a 45.140 en 2018. Mientras que las personas seropositivas con carga viral suprimida o indetectable, alcanzan a 39.690”.
Brechas para alcanzar el “90-90-90” al 2020
En la última sesión de la Comisión Especial Investigadora sobre la actuación del Ministerio de Salud en el aumento de notificaciones por VIH durante los años 2010 al 2018, el Ministro de Salud dijo que los diagnosticados por VIH iban a seguir aumentando. Algo sobre lo cual se había pronunciado el anterior Ministro de Salud, Dr. Santelices, modificando su apreciación desde el inicio de su gestión en donde el alza de las cifras se consideró un fracaso de las políticas de prevención y un punto político para atacar a la administración anterior.
Lo cierto es que las cifras anteriores eran engañosas, ya que cuando las personas tuvieron una oferta mayor para conocer su estado serológico se realizaron el test de VIH sin ningún problema, ya sea en los espacios abiertos o en los ámbitos comunitarios en donde la prevalencia siempre es más alta dado que focalizan en las poblaciones más afectadas por la epidemia. Convengamos que el retraso en la oferta, en la incorporación de pruebas rápidas de VIH y la modificación del algoritmo de diagnostico es una demanda de AHF y otras organizaciones desde hace mucho tiempo, no escuchada por las autoridades anteriores y tampoco comprendida por parte de la sociedad civil que sigue anclada a paradigmas de los ‘80s.
Por lo tanto, alcanzar 15 mil personas en un año y medio es un gran desafío. Es elevar al 100% las notificaciones del año pasado. Además de significar un gran reto para los equipos médicos, los cuales hoy se han visto sobrepasados por la demanda, sin contar que algunos de ellos quieren implementar la entrega de PrEP, es decir, incorporar en los programas de atención a personas viviendo con VIH cinco mil personas que no viven con VIH para recibir tratamientos antirretrovirales.
Por último, a la luz de los datos entregados en el día de hoy, el 90% de los estimados con VIH (71 mil personas) asciende a casi 64 mil personas, de las cuales ya se han diagnosticado 61 mil personas, es decir, estamos ad portas de alcanzar el primer pilar del 90. Pero en tratamiento se encuentran sólo un 73% de los diagnosticados. Y con carga viral suprimida el 64% de los diagnosticados. Por lo tanto, los desafíos son otros y de diferente magnitud.
Bien hace el Ministerio de Salud en seguir la estrategia de test de VIH en espacios abiertos, aunque su prevalencia esté más baja que la de la población general. Según datos en la página del MINSAL, la campaña de verano alcanzó un 0,29% de prevalencia, mientras que en población general sigue estando en 0,59%. Pero esta estrategia es la más económica, lo difícil es aumentar centros de atención junto con las horas médicas.
El Ministerio de Salud debe avanzar en estrategias de vinculación y retención de personas viviendo con VIH, seduciendo con un mensaje que avance hacia la compresión que el tratamiento salva vidas y que una persona con carga viral suprimida no transmite VIH, tal como se ha demostrado recientemente con el estudio Partner II. Lo importante es como damos cuenta de los tres pilares del “90-90-90” y no sólo nos quedamos en las estrategias de testeo, sino que avanzamos decididamente a un “Test & Treat” y a una modificación del algoritmo que disminuya los tiempos entre el diagnóstico y el inicio temprano de tratamiento.