El avance del teletrabajo y la transformación digital
Enrique Paris es Decano Facultad de Administración, Finanzas y Negocios Universidad SEK
La discusión sobre la vida laboral ha estado centrada por estos días principalmente en las opciones de reducción de la jornada de trabajo.
Más en general, la transformación digital de la economía y de la vida social ha aumentado la preocupación sobre la protección de las fuentes de trabajo. La automatización, que avanza aceleradamente reemplazando tareas que hasta ahora son realizadas por el hombre, puede traer como consecuencia menor empleo y disminución de los salarios. Todo ello impone desafíos para los trabajadores, los gobiernos, las empresas y la educación, en un afán de orientar la reconversión de los trabajadores y el desarrollo de capacidades como la creatividad, la innovación y la adaptación a nuevos entornos laborales.
Hoy en día, las nuevas tecnologías de la información, la robótica y la inteligencia artificial están invadiendo a la sociedad, pero esto no significa que el desempleo generalizado sea una consecuencia inevitable. Un ejemplo de ello es el teletrabajo, alternativa laboral donde el avance tecnológico se convierte en un complemento de la producción humana y que, en lugar de destruir fuentes laborales, las amplía.
En opinión de algunos, el teletrabajo puede propiciar precariedad, aislamiento y desarticular el entorno social y laboral de los trabajadores. Frente a ello, es crucial que la política pública regule las condiciones mínimas de esta modalidad. Habrá materias en las que será necesario fijar estándares y, sobre todo, asegurar la protección de los derechos individuales y colectivos de los trabajadores y que mejor que hacerlo en dialogo con ellos.
En años recientes el sector público se ha abierto al teletrabajo. Las experiencias han sido positivas, con aprendizajes que permiten ampliarlas. Por ejemplo, la Contraloría General de la República, ya realizó un piloto que le permitió definir el manual de operaciones que regulará el teletrabajo y este mes más de 60 funcionarios/as comenzarán a teletrabajar desde sus domicilios hasta un máximo de 3 días a la semana. La Superintendencia de Seguridad Social se encuentra en una fase similar en la que diversos profesionales trabajarán a distancia.
Es muy posible que en los próximos años, en función de los aprendizajes que arrojen estas experiencias se incorporen progresivamente otras instituciones públicas, haciéndolas mejores lugares para trabajar y atrayendo a personas diversas con talentos que el Estado necesita.