El presente griego
"En mi modesta opinión, prefiero que el sistema siga como está a tener que aceptar cambios que solo provocarán paranoia, y aumentarán los conflictos".
Christian Aste es Abogado VLA. Villarroel, Lecaros & Aste
La Reforma Tributaria que promovió el gobierno vio al final la luz. Lo hizo sí con la ayuda de un fórceps, que lo lesionó casi mortalmente. Es cierto que todavía no muere, ni se visualizan los efectos de su uso. Pero lo concreto, es que no quedó como todos esperábamos.
De hecho, salvo que intervengan senadores que pongan por encima de su mirada ideológica al país, existe el riesgo de tener que vivir nuevamente con la incertidumbre del cambio, pues sabemos que la Reforma como quedó producirá más problemas que beneficios.
Para no extenderme en divagaciones teóricas, me centraré en ciertos puntos del proyecto que se aprobó, analizándolos desde la calle y no desde la academia, ni de la ideología.
1.- Se incorporó una norma que autoriza al SII intervenir cuando las distribuciones sean asimétricas, y se realicen en el marco de una sociedad de orden familiar.
Quienes aprobaron esto, lo hicieron pensando que con este cambio afectaban a los más ricos, sin considerar que más de la mitad de las empresas son PyMES, y que la mayoría de ellas son familiares. Es decir, son emprendimientos del padre, la madre y los hijos. Aunque todos socios, no todos retiran lo mismo. No pueden pagarle sueldo al o los hijos que trabaja(n), porque eso compromete la caja. Lo que hace el padre, que es quien generalmente maneja la empresa, es hacer justicia en su familia, autorizando que él o los hijos que trabaja(n) codo a codo con él, retire(n) más que su(s) hermano(s) que tiene(n) sus propios emprendimientos o trabajos o actividades.
Por eso es que después, cuando estas empresas crecen y el papá muere, es que se producen problemas, porque los socios – hermanos –que nunca intervinieron en la compañía y se limitaron a recibir lo que el papá ordenaba, se encuentran con que su otro hermano, que es el que hizo crecer a la empresa retiró más. Bueno eso que tiene una explicación lógica, ahora no sólo generará problemas familiares sino que además y por si fuera poco, traerá problemas tributarios, porque él o los hijos que retiran más tendrán que acudir al SII a explicar y convencer al fiscalizador de turno las razones comerciales, financieras, patrimoniales o administrativas que justifican esa distribución.
Lo anterior, en circunstancia que en nuestro sistema hasta hoy, es decir, incluso con la Reforma Bachelet, el mayor porcentaje de los dueños de las Pymes, específicamente un 59%, paga en base lo que retira y sin tener que dar ninguna explicación. Asumen el costo de pagar un mayor impuesto (9,45% como piso). Pues bien, ahora y con las indicaciones que se hicieron, veremos a las empresas familiares desfilar en el SII, con los problemas que sabemos eso implica.
2.- Se eliminó el impuesto único de un 20% a la venta de derechos y acciones de sociedades.
No se observa la razón lógica por la que el gobierno aceptó cambiar esto, que era de toda justicia, pues mientras los dueños de sociedades anónimas abiertas no pagan impuesto cuando venden, si compraron sus acciones en Bolsa, los emprendedores que no cotizan en bolsa, si tienen la suerte de hacer crecer su compañía, tendrán que pagar impuesto si venden. Eso no es justo ni alentador para las PyMES que son las únicas empresas que pueden o están en condiciones de crecer.
3.- Se incorporaron como delitos conductas que en ningún país serio sería delito. En efecto, y vulnerando por completo el principio de igualdad constitucional, se establece que basta que exista una pretensión del órgano fiscalizador, para que el contribuyente quede inhibido de hacer cualquier operación que implique alterar sus activos o pasivos.
Si lo hace y con eso, en opinión del mismo SII que es quien formula la pretensión, se perjudica a la administración tributaria o se frustra total o parcialmente el cumplimiento de la obligación, existe pena de cárcel, a la que se exponen solidariamente el gerente general, administrador o quienes cumplan las tareas de éstos, y los socios a quienes corresponda dicho cumplimiento.
La verdad es que una norma así, redactada de la forma en que lo está sólo hará huir a quienes quieran emprender. Parece que nuestros políticos – gobierno y oposición – quieren que sus ciudadanos dependan del Estado o de una multinacional, y no que hagan emprendimientos.
Esta disposición me parece demasiado grave. Tanto que considero que más vale no tener integración que tenerla al costo que implicará para los contribuyentes – que son quienes emprenden – tener esta espada de Damocles encima de su cabeza.
4.- Se hicieron modificaciones a la norma antielusiva que o la harán inaplicable por su tenor, o peligrosamente aplicable.
En efecto, la disposición referida luego de decir que existe abuso en materia tributaria cuando se utilizan hechos, actos o contratos que, individualmente considerados, o en su conjunto, son notoriamente artificiosos, agrega que para que califiquen como tales deben carecer de efectos jurídicos o económicos para el contribuyente o para terceros, que sean propios de dicha clase de actos conforme al ordenamiento jurídico.
Dado que todos los actos o contratos necesariamente producen efectos jurídicos y/o económicos, lo que ocurrirá es que o no se aplicará esta norma o se aplicará pero en términos tales que será el propio SII quien definirá cuando un acto o contrato no produce dichos efectos, provocándose con ello nuevamente y para variar, incertidumbre y consecuentemente conflictos.
En concreto, salvo insisto que predomine la cordura en el Senado, observo que estamos frente a un verdadero presente griego, entendiendo a éste como algo que se presenta como beneficioso, pero que en el fondo lo que producirá serán mayores problemas. En mi modesta opinión, prefiero que el sistema siga como está a tener que aceptar cambios que solo provocarán paranoia, y aumentarán los conflictos.