La Fuerza del Cariño: Unámonos por Chile
Este es el momento para valientes. Los que saquen a nuestro país de la crisis serán los que se atrevan a dar la mano a su rival y se unan para enfrentar los próximos 10 años.
Las sociedades enfrentan crisis de tiempo en tiempo. Algunas son consecuencia de causas internas (una revolución) otras tienen su origen en el exterior (una invasión) o de ambas. La clave del éxito o fracaso de esas sociedades es la fuerza que une a su gente frente a la adversidad que enfrentan. Aquellas que no son capaces de reunirse mayoritariamente, acordando su estrategia y recursos para acometer la defensa de su existencia, son derrotadas por la historia.
Somos 18 millones de personas en un territorio maravilloso. En Chile tenemos nuestros amigos, familia, compañeros de colegio, trabajo, equipo deportivo, nuestra historia personal con sus amores y sinsabores, con lo que nos gusta y lo que no. Unos pocos pueden tener la opción de irse y ser indiferentes a su suerte, la mayoría queremos quedarnos acá. Este es nuestro Chile. El de todos.
Tenemos problemas y cosas que mejorar, como todo país. Algunas dependen de nosotros, otras están condicionadas por ser un país pequeño, en América Latina, en un mundo global con un cambio mayúsculo como consecuencia de la nueva economía, de las migraciones, del calentamiento global. Sobran amenazas difíciles de enfrentar. Habrá países pequeños como el nuestro que sucumbirán en esta etapa de la historia de la humanidad. Son sociedades que sufrirán, se desmembrarán y desangrarán. Puede que mantengan o no su territorio, pero serán sólo la sombra de su pasado.
Es el momento de unirnos. No podemos perdernos. Habrá quienes, con egoísmo o ceguera, ocupados sus ojos en recoger piedras para tirarlas al contendor, verán en ésta la ocasión de “derrotarlo”, de “eliminarlo”; la ventana para lograr de una vez todo lo que querían y no habían podido conseguir. Mala decisión. Los que sigan ese camino serán parte del riesgo la derrota de la historia de Chile, por haberlo debilitado en los momentos más difíciles. Traidores a su gente.
El discurso del grito de odio, de revancha, la obstaculización de cualquier acuerdo, y desde luego la violencia y destrucción, son el desangramiento y debilitamiento de Chile. La receta para nuestra derrota como nación.
Este es el momento para valientes. Los que saquen a nuestro país de la crisis serán los que se atrevan a dar la mano a su rival y se unan para enfrentar los próximos 10 años. Esta es una pelea que se gana con cariño, con generosidad. Los chilenos podemos discrepar en muchas cosas, pero la mayoría queremos a nuestro país, queremos que le vaya bien a la mayoría, que todos estemos mejor. Si Cadem preguntase “¿quiere usted que todos los chilenos estemos mejor?” la respuesta sería SÍ.
Tienen que ser valientes, porque habrá quienes los criticarán y los llamarán traidores. En estos trances el silencio, la seguridad temporal de estar en el grupo vociferante, en lugar del campo abierto donde se reúnan las fuerzas que unan a Chile, será la ocasión de distinguir a los líderes que quieren a Chile y su gente. A todos.
Es ese cariño el que atraerá el apoyo. No se equivoquen. Es ese amor más grande el que nos reunirá mayoritariamente. Se requiere la generosidad para deponer diferencias para conseguir un bien superior, para enfrentar la amenaza de la destrucción de nuestra democracia, juntando la fuerza de los grupos sociales que hacemos Chile.
Habrá quienes no lo quieran así, y es bueno saberlo y que se transparente quienes son. Simplemente a ellos no habrá que apoyarlos ni darles el voto cuando llegue la hora.
Todos tenemos teorías y soluciones para el momento que estamos viviendo. Pero creo que la que tiene la solución es Violeta Parra cuando desde el pasado nos dice con sabiduría:
“Cual mago condescendiente, nos aleja dulcemente, de rencores y violencias, sólo el amor con su ciencia.”