Polos opuestos
Con permiso a la historia, una nueva dupla irrumpe con fuerza. Quizás con menos fama y pergaminos que Laurel y Hardy o Maradona y Valdano, ellos han sabido escalar en los medios de comunicación con maestría. Se trata de Joaquín Lavín y Francisco Vidal, veteranos de la política local que cada vez más ganan minutos en la TV.
Mucho antes del interés de la pantalla chica por ellos, el crédito se lo debe llevar radio El Conquistador. Allí conducen el programa “Polos Opuestos”, un nombre ad hoc a sus trayectoria política.
Como una muestra del Chile republicano que todos aspiramos, desde sus respectivas trincheras han debatido acaloradamente sobre cómo construir un país más justo, diverso e inclusivo. Hay momentos donde el calor de las ideas han caldeado los ánimos, pero ambos con sentido ciudadano han sabido calmar las aguas e intercambiar puntos de vista con altura de miras.
Durante el estallido social que recorre el país, sus apariciones se han multiplicado. Del “Bienvenidos” de Canal 13 pasaron a “Mentiras Verdaderas” pasando por la señal radial.
El gran riesgo de la excesiva permanencia “al aire” es el de saturar al público. Agotar a las audiencias con sus discursos es una posibilidad latente que Lavín y Vidal están dispuestos a enfrentar. Es que una vitrina como la TV les permite a ambos llegar a miles de potenciales votantes y conquistar a esa clase de chilenos que se manifiesta indeciso y hastiado de la clase política.
El innegable carisma de Lavín y Vidal tiene cuerda para rato. Ahora, si se trata de escoger por un escenario lo más probable es que se anclen en el matinal de Canal 13. Es allí donde de muestran más cómodos –hasta coquetos con Tonka Tomicic- y didácticos en sus diversas formas de ver el mundo.