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Actualizado el 24 de Noviembre de 2020

El reino de las paradojas

"No olvidemos que vivimos en sociedad, palabra que como la paradoja proviene del latín societas, que se utiliza para identificar a un grupo de personas que conforman un conjunto, el que para funcionar exige que cada uno asuma derechos y deberes".

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Christian Aste es Abogado VLA. Villarroel, Lecaros & Aste

La paradoja que proviene del latín paradoxus, es un concepto que se utiliza para graficar situaciones que en si misma son contradictorias. Si un hombre, señalaba Eubulides de Mileto (que vivió en el siglo IV a.C.) dice que miente siempre, la pregunta que sigue es si esa afirmación es verdadera o falsa. Si es falsa, resulta contradictoria, pues significaría que no siempre miente, ya que hay veces que dice la verdad. Al revés si es verdad que miente, es falso que lo haga siempre, pues al afirmar que siempre lo hace está diciendo la verdad, lo que implica una contradicción, En resumen se habla de que hay una paradoja cada vez que se hace lo contrario de lo que el sentido común espera.

La realidad aunque no creamos se gobierna por paradojas. Por de pronto, se nace para morir y se muere para nacer. Esta última contrariedad, que para los cristianos representa el factor que hace la diferencia entre quien cree y no, es un rasgo que en todo caso caracteriza al hombre y que lo distingue de los animales, que son por esencia consistentes e irracionales. Un lobo pase lo que pase nunca deja de ser lobo.

Hecha esta prevención, referiré algunas de las paradojas que se manifiestan de un modo explícito, pero de una forma que parece inexplicable hoy en nuestro país.

PRIMERA PARADOJA:

El gobierno del Presidente Piñera fue elegido porque dijo que había que aprobar una reforma tributaria que disminuyera los impuestos. Guillier en cambio no fue elegido, porque dijo que había que subir los impuestos. Ganó Piñera y los impuestos en vez de bajar van a subir.

SEGUNDA PARADOJA

El lumpen anarquista se tomó la calle aduciendo, según sus portavoces, que lo hacía en beneficio de los más vulnerables y para protestar contra el abuso de los poderosos. Sin embargo, y al final del día lo que hay son más pobres.

Los pobres que lo eran no dejaron de serlo, sino que por el contrario resultaron por completo perjudicados (No tienen metro ni supermercado cerca); y los que habían dejado de serlo por las virtudes del modelo, ahora y gracias a estos “luchadores sociales” lo serán, porque muchos quedaron o quedarán sin trabajo.

TERCERA PARADOJA

El discurso extremista que radicaliza la lucha de clases y que odia a los ricos y privilegiados, no sólo ha posibilitado que los especuladores – todos ricos y consecuentemente privilegiados – se hagan aún más ricos, comprando y vendiendo dólares y/o acciones, sino que también y como si fuera poco, le ha permitido a la banca internacional – que se suponen odian los extremistas – que se haga más rica, ya que como siempre, ésta se aprovecha de la debacles sociales para aumentar su riqueza, ya que los dueños locales que están asustados y que han vendido, se han refugiado con ellos y en dólares, que son los mismos que ellos prestan con intereses a sus clientes, para que compren las mismas empresas, más baratas y en pesos que están devaluados.

A mayor abundamiento, por la lucidez de estos “luchadores sociales”, seguramente azuzados y dirigidos por la genialidad de la izquierda que gobierna entre otros, a Venezuela y Cuba, que son un verdadero referente para el fracaso del modelo comunista, han emigrado del país a la fecha, miles de millones de dólares.

CUARTA PARADOJA
El Ministro del Interior es acusado constitucionalmente por quienes han reclamado hasta el hartazgo que no fue capaz de controlar el desorden y la inestabilidad social, pero lo hacen no porque el orden y la paz social no haya sido reestablecido por todos los medios que el sistema mismo otorga, sino porque la autoridad acusada autorizó a la fuerza policial para reestablecerlo.

QUINTA PARADOJA

Reclaman contra la desigualdad, connotados animadores, comunicadores sociales, futbolistas, entrenadores, actores, y músicos, entre otros, que junto con ganar decenas de veces más que periodistas, camarógrafos, utileros, y empleados que ejercen en su mismo ámbito para que ellos logren el éxito, no sólo nunca han hecho nada concreto para que la cancha en que ellos juegan se empareje, sino que insisten y han insistido siempre en negociar individualmente sus sueldos, y argumentar que ellos merecen un mejor trato que los demás que conforman su propio equipo.

SEXTA PARADOJA

Las Fuerzas Policiales que constituyen el brazo que el Estado tiene para defender coercitivamente a la sociedad de quienes en forma ilegítima recurren a la violencia, es coartada y perseguida judicialmente por el mismo Estado si usa la fuerza contra esos violentistas, porque considera que si lo hace viola sus DDHH.

SEPTIMA PARADOJA

El Poder Judicial que existe como poder para hacer aplicar la ley, en vez de legitimar a la fuerza policial que es la herramienta fáctica que ese mismo poder naturalmente tiene para imponer el Derecho, le impide a las fuerzas policiales utilizar las herramientas que el mismo sistema le otorga para defender el orden, exigiéndole por otro lado y perentoriamente que haga valer la ley.

OCTAVA PARADOJA

Quienes más reclaman y recurren al paro son los estudiantes que no trabajan y los empleados que gozan de inamovilidad, permisos administrativos, y sueldos que en promedio son muy superior al que recibe el resto de la población, y quienes no lo hacen son los que en los hechos viven situaciones de precariedad como son entre otros las empleadas domésticas, las cajeras de supermercados, los reponedores, las secretarias, los vendedores, los asistentes comerciales, los chóferes, y muchos profesionales y empleados que se desempeñan en el sector privado, especialmente PyMES, que han sido para variar destruidas por estos autodenominados “luchadores sociales”.

NOVENA PARADOJA

Los problemas que en verdad afectan al pueblo son relevados por los problemas que sólo les importa a quienes dicen representar al pueblo, y que se resume en reemplazar la Constitución que aprobó la Concertación, y que ha permitido, pese a todo, que en Chile haya menos pobres.

De este modo, el TAG caro; la necesidad de mejores trabajos con un sistema horario flexible; las pensiones bajas; la existencia de un parlamento costoso y conformado por personas sin ninguna capacidad técnica, y que sólo saben del eslogan y el panfleto; la burocracia estatal excesiva e ineficiente; los impuestos altos; la educación y salud de calidad excesivamente onerosa; la delincuencia desatada; los narcos que se hacen dueño de los barrios y que los envenenan con pasta base; la malversación y el robo a destajo de los caudales públicos (PACOGATE Y MILICOGATE); el fraude de los exonerados; las pensiones irregulares en gendarmería y servicios públicos; las indemnizaciones y remuneraciones millonarias en empresas públicas que son además deficitarias; los abusos del mercado con la letra chica; el uso de la información privilegiada; y la existencia de colusiones y demás robos por privados deben cederle espacio por obra y gracia de los políticos a una NUEVA Constitución, la que han vendido como la que resuelve todos los problemas, en circunstancia que ninguno de aquellos se soluciona con un cambio constitucional, sino que con un país ordenado, dirigido por políticos preparados, y un Estado capaz de garantizarle a la ciudadanía la seguridad de que sus derechos serán defendidos y no violentados, y la certeza de que si se violentan existen los instrumentos de represión para castigar y sancionar a los victimarios, y no como ocurre hoy en que son éstos los asistidos y defendidos.

No olvidemos que vivimos en sociedad, palabra que como la paradoja proviene del latín societas, que se utiliza para identificar a un grupo de personas que conforman un conjunto, el que para funcionar exige que cada uno asuma derechos y deberes. Otra paradoja es que una parte de este conjunto, y que es la que tienen a nuestro país de rodillas sólo exige DERECHOS.

En concreto y para finalizar VIVIMOS HOY el reino de las paradojas.

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