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Actualizado el 24 de Noviembre de 2020

Síndrome de Asperger: el rol de los educadores para un sistema inclusivo

Es primordial educar a las familias sobre las características de los estudiantes que hay en el curso, de manera que visibilicen las estrategias y políticas del establecimiento, logrando mayor empatía y compromiso en el trabajo de la comunidad educativa.

Síndrome de Asperger
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Sergio Monsalvez es Jefe de carrera de Técnico en Educación Especial del Centro de Formación Técnica Santo Tomás, sede Puente Alto

Actualmente, en educación en nuestro país, estamos altamente desafiados a responder a las diferencias y características individuales que presentan nuestros estudiantes, no solo aquellos que poseen algún síndrome o discapacidad, sino que a la diversidad que demanda un sistema inclusivo.

Las políticas educativas y la cultura inclusiva al interior de la escuela son un factor primordial para responder efectivamente en el desarrollo integral y en el aprendizaje de todos los estudiantes.

El decreto 83/2015 de Educación llama a educadoras y docentes de educación parvularia y básica a implementar estrategias de diversificación que permitan dar respuestas educativas a todos los estudiantes.

Uno de los elementos que se promueven se relacionan con identificar las características propias de los estudiantes; su nivel de acuerdo al aprendizaje esperado para su edad, y planificar en torno a ellas, favoreciendo el aprendizaje colaborativo y brindando diferentes oportunidades y situaciones de aprendizaje que cuenten con una variedad de representaciones y recursos.

Para ello, es primordial conocer las características de todo el curso, de manera de identificar las barreras de aprendizaje que podrían estar presentes al interior del aula para adecuar las clases a los intereses, responder metodológicamente y dar respuesta a los estudiantes.

En este sentido, para responder a los estudiantes con Asperger es importante tener un ambiente estructurado, con
rutinas de trabajo claras, y que cuando sea necesario cambiarlas sea de forma anticipada al estudiante, de manera que reaccione de manera más apropiada.

Por otra parte, es necesario integrar al estudiante al curso, incorporándolo en actividades de tipo colaborativo, entregando orientaciones claras que le permita a cada integrante conocer cuál es su función. Así mismo es fundamental incorporar temáticas del interés del estudiante en las actividades curriculares, de manera que se involucre en el proceso de aprendizaje.

Por último, es importante respetar las rutinas y conductas del estudiante y normalizarlo con sus compañeros. Por ejemplo, si el estudiante ocupa un juguete (como una pelota o un peluche pequeño) para autoregularse, se le debe indicar a los compañeros que ese elemento lo calma y por eso él o ella lo puede tener en todo momento.

Finalmente, así como es importante comunicar a los estudiantes sobre la importancia del respeto a la diversidad para lograr la inclusión al interior de la escuela, es primordial educar a las familias sobre las características de los estudiantes que hay en el curso, de manera que visibilicen las estrategias y políticas que se implementan al interior del establecimiento, logrando así mayor empatía y compromiso en el trabajo de la comunidad educativa.

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