Si no puedes contra tus adversarios… Mira el vaso medio lleno
El gobierno tiene la enésima oportunidad de volcar las cosas a su favor e incluso obtener ese ansiado y esquivo triunfo político, que pareciera importarle tanto a los analistas y tan poco al resto de los mortales.
Diego Soffia Contrucci es Ingeniero Comercial, mención economía de la U. de Chile; especialista en finanzas para pequeñas y medianas empresas. Ha sido fundador y gerente general de variados emprendimientos y actualmente es Director Ejecutivo de Efectivo.cl, empresa de asesoría financiera para empresas.
No quiero hablar de enemigos y me esfuerzo por no ver el vaso vacío.
Ante posturas tan divergentes como las que han tenido parlamentarios y gobierno, donde los primeros rechazan cualquier argumento técnico, venga de donde venga, mientras sus adversarios en esta disputa se han aferrado al tecnicismo ante cualquier disyuntiva que se les ha presentado, sin importar cual sea el clamor popular, quizás sea difícil encontrar puntos de convergencia.
Sin embargo, el gobierno tiene la enésima oportunidad de volcar las cosas a su favor e incluso obtener ese ansiado y esquivo triunfo político, que pareciera importarle tanto a los analistas y tan poco al resto de los mortales.
A estas alturas debieran reconocer la ventaja del contrincante y en lugar de seguir apostando al rechazo del proyecto de retiro de fondos, cambiarse de bando, colaborar y enfocar las que podrían ser sus últimas energías en mejorar una propuesta que cuenta con el apoyo popular, pero que tiene demasiadas carencias como para arriesgar al todo o nada.
Algo así como un equilibrio de Nash, donde minimizar la pérdida permita asegurar un mejor resultado que al buscar maximizar el beneficio obviando la estrategia del adversario (el ejemplo podría resultar algo burdo, pero a los técnicos hay que darles argumentos técnicos).
Entonces, viendo el vaso medio lleno, hay que visualizar los aspectos positivos y enfocarse en aquellos que se pueden (deben) mejorar, a sabiendas que hay consideraciones negativas que difícilmente se podrán resolver.
Lo bueno:
Llegará ayuda para muchos necesitados.
Habrá un shock de demanda, aumentará el ingreso disponible, por lo tanto, aumentará el consumo, lo que ayudará a levantar la alicaída actividad económica.
Habrá un aumento de recaudación fiscal a través del IVA (aunque regresivo, así será).
Contará con la mayoría de aprobación social, disminuyendo así los altísimos riesgos de inestabilidad.
Lo que se puede mejorar:
Focalizar la medida en los más necesitados y dificultar, o al menos desincentivar, que quienes no lo requieran puedan aprovechar esta opción o utilizarla como beneficio tributario.
Convertir el problema en una oportunidad, de forma tal que quienes accedan al beneficio puedan reintegrar sus fondos a través de aumentos en su cotización, retraso de su jubilación o incluso con pagos directos; lo que se ha denominado como “autopréstamo”.
Lograr ciertos acuerdos para una reforma generalizada del sistema, como podría ser comprometer un aporte al pilar solidario de parte de las empresas que históricamente han sido las beneficiadas con los fondos de previsión, al ser utilizados como fuente de financiamiento.
Establecer mecanismos claros y definidos de cuándo y cómo se puede acceder al retiro de fondos en forma excepcional.
Complementar con ayuda fiscal potente, que incluso pueda desincentivar el retiro de fondos previsionales.
Lo que no se resolverá:
Los bajos montos de pensiones podrán ser aún más bajos. Tendremos y seremos viejos más pobres.
Muchos se decepcionarán del monto que podrán retirar.
Bajará el valor de las acciones para las sociedades que cotizan en la bolsa y así la rentabilidad de inversiones como fondos mutuos y de los mismos fondos de pensiones.
Habrá menos capital disponible para inversión en las grandes empresas.
La baja calidad del debate parlamentario y actitudes pueriles e irrespetuosas de las y los honorables.
