Prevención suicidio adolescente: la percepción de la comunidad escolar

El suicidio es el acto deliberado de quitarse la vida, y en Chile representa la segunda causa de muerte entre personas entre 15 a 29 años, además de estar socialmente rodeado de estigma y tabúes.

La conducta suicida es la punta del iceberg de múltiples problemas biopsicosociales y de salud mental de la población adolescente. La prevención del suicido adolescente se trabaja a través del Ministerio de Salud (Minsal) de manera intersectorial, incluyendo Seremías y Servicios de Salud.

Por otro lado, en el Ministerio de Educación (Mineduc), existen múltiples programas de apoyo a los estudiantes dentro de sus establecimientos educacionales, como el de convivencia escolar, el de abuso de drogas y alcohol o el programa de deserción escolar. Sin embargo, los objetivos de estos programas no están asociados siempre a los compromisos de gestión de la institución, limitando su priorización y sostenibilidad.

Es en este contexto  se justifica el proyecto “Comprendiendo la percepción sobre el suicidio adolescente en la comunidad escolar de la comuna de Santiago”, desarrollado por investigadores de la U. San Sebastián, a través de del Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS), el cual buscó percibir las estrategias de esta problemática en la comunidad escolar de la capital.

Para ello, se utilizó un abordaje cualitativo descriptivo, en tres liceos de la comuna de Santiago, donde se realizaron múltiples grupos focales con estudiantes, padres/apoderados y comunidad académica, separadamente. Se utilizó análisis de contenido temático con las narrativas, buscando relevar la percepción, experiencias y sentimientos de los participantes en relación con el suicidio adolescente.

Los resultados permitieron constatar que los adolescentes perciben el suicidio como una opción y lo relacionan con el descanso; es en ese momento donde -dicen- se acaban las presiones y el dolor que impone la vida: “con la muerte se terminan las situaciones, pensamientos, angustia y emociones” que no les deja vivir tranquilos, precisan. La ideación suicida en quienes lo intentan se manifiesta como un pensamiento recurrente, asociado a emociones que no pueden manejar y que los superan, entonces la muerte es un grito de ¡no más!

Los profesionales de la educación a cargo de los estudiantes manifiestan que la salud mental es una temática omnipresente en los establecimientos, reconocen su relevancia y la falta de herramientas y redes para abordarlo, asociándolo además a la limitada respuesta de los servicios de salud públicos, quedando la responsabilidad de esta problemática en terreno de nadie, y es ahí donde el liceo debe tratar de apoyar a los estudiantes con sus limitados recursos.

Padres y apoderados, por su parte, refieren cuestionar su entorno familiar y pautas de crianza al tratar de explicar las conductas de los adolescentes. Las familias se culpan y no saben “en qué fallaron”; expresan de esa manera el desconcierto y la angustia de sentir el fracaso en la crianza. Manifiestan sentir pena, frustración e impotencia por no encontrar una fórmula que asegure que sus hijos sean sanos y felices, y les preocupa la falta de tolerancia manifestada por sus hijos, además de negarse a madurar.

A modo de conclusión, el equipo investigador recomendó, en el ámbito de las políticas públicas, fortalecer los equipos de prevención especializados y la colaboración y coordinación Minsal-Mineduc para el logro de sus objetivos. Por último, se invita a transferir e implementar planes y programas de prevención de probada efectividad a la realidad local.