Las consecuencias en los animales de los despliegues pirotécnicos en fiestas de fin de año
En general, en los animales, producen reacciones de miedo, pero también algunos pueden llegar a producir respuestas más severas e intensas, como lo son las fobias.
María José Ubilla y Carolina Sánchez es Académica Etología y Bienestar animal, Escuela Medicina Veterinaria UNAB, e Integrante Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS) UNAB, respectivamente.
Durante las fiestas de fin de año aparecen estímulos medioambientales que pueden alterar el bienestar físico y psicológico de los animales, como lo son los fuegos artificiales y petardos. Sonidos fuertes y repentinos producen un aumento considerable de las hormonas asociadas a estrés, como cortisol o corticosterona, las cuales gatillan una serie de comportamientos y la manifestación de estados emocionales negativos.
En general, en los animales, producen reacciones de miedo, pero también algunos pueden llegar a producir respuestas más severas e intensas, como lo son las fobias.
El miedo es una respuesta natural que permite evitar situaciones peligrosas o aversivas, que se evidencia con signos como el aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, respuesta de lucha (agredir) o bien de huida (escapar), e incluso la conducta de congelación (postura estática).
Las fobias, en cambio, se tratan de respuestas de miedo cuya presentación e intensidad no guarda relación con el peligro real del estímulo y es exagerada, por lo que se considera un trastorno conductual. Presenta sintomatología mucho más intensa y severa, como pérdida del control de esfínteres, vocalizaciones excesivas, o bien la conducta de escape, que puede llevar a consecuencias de traumatismos o bien, en el caso de mascotas, el extravío de las mismas.
Muchos animales de compañía, que reaccionan fóbicamente, requieren de una terapia de rehabilitación conductual para sobrellevar incluso la exposición a otros estímulos repentinos y de sonido fuerte, lo que genera costes económicos para las familias, pero lo más importante, un coste importante en el bienestar mental del animal e incluso problemas de convivencia con sus familias.
La fauna silvestre asociada a ambientes urbanos también se suele ver afectada por los fuegos artificiales.
Se puede observar un cambio inmediato al momento del evento, huyendo o buscando refugio, lo que genera un gasto energético importante que termina colocándolos en una posición desventajosa en términos de supervivencia frente a otros individuos de la misma especie.
Además, aumenta la tasa de accidentes, como atropellos y choques con estructuras humanas como ventanas y paredes, lo cual puede incluso terminar en la pérdida de la vida del animal.
Finalmente, estímulos altamente estresantes y que la fauna silvestre pueda asociar a depredación, pueden gatillar un síndrome sumamente importante llamado miopatía por captura. Esto consiste en que, debido al enorme estrés, sumado a un gran desgaste muscular, se puede detonar de manera aguda la muerte del ejemplar.
¿Es necesario realizar este tipo de eventos? Significan un costo económico importante para los municipios o instituciones que los organizan, pero también un costo en el bienestar de los animales domésticos y de la fauna silvestre.
El año 2019 varias comunas de diversas regiones de nuestro país cancelaron estos despliegues: Arica, Antofagasta, Coquimbo, Algarrobo, Cartagena, Santiago, Renca, La Pintana, Rancagua, Talca, Temuco, entre otras treinta en total.
Esperamos que este año se sumen muchas otras y se analicen otras alternativas de celebración que sean respetuosas con la naturaleza.