Piscinas, playas y COVID
Debemos recordar que la prevención es fundamental para cuidarnos y así disfrutar con responsabilidad un momento de esparcimiento sin poner en riesgo mi vida, la de mis seres queridos y la del resto de las personas.
Carolina Uribe es Directora de la Carrera de Enfermería de la Sede Concepción de la Universidad de las Américas
Durante los meses estivales, la asistencia a lugares para relajarnos en agua como piscinas y playas aumentan considerablemente. No existe evidencia de que el Sars Cov2, que es el virus causante del COVID-19, pueda propagarse entre personas a través del agua en estos lugares.
Como bien sabemos, el virus se propaga principalmente entre personas por las gotitas que son liberadas al hablar, toser o estornudar. También sabemos que nuestras manos son fuente de contagio al tocar superficies contaminadas, que luego, al llevarlas a nuestra cara, nariz u ojos, el virus fácilmente puede entrar y alojarse en nuestros pulmones.
Dentro de las medidas que pueden ser consideradas para reducir el riesgo de contagiarse o propagar el virus durante la permanencia en estos lugares públicos, podemos mencionar: asistir solo con su grupo familiar; si presenta algún síntoma de COVID-19, se encuentra en espera de resultados o estuvo con personas confirmadas, quédese en casa; revise las medidas preventivas específicas que presenta el lugar para evitar la propagación del virus (protocolos de ingreso, demarcaciones por familia, límites de aforo, entre otros); lleve kit con artículos para proteger su salud como mascarilla (dos por cada integrante de la familia, por si se moja, recuerde que las mascarillas húmedas pierden completamente su funcionalidad y por consiguiente protección), desinfectante de manos, pañuelos desechables y toalla de papel); mantenga el distanciamiento social dentro y fuera del agua; y evite lugares con mucha afluencia de público.
Además, siempre use mascarilla cuando no esté bañándose. El tiempo en el agua debe ser limitado y siempre tomando los resguardos, manteniendo el distanciamiento social con otras personas. No consuma alimentos durante la estadía en playas y piscinas, y evite compartir artículos -como equipos, juguetes, etc.- de personas que no pertenecen a su grupo familiar directo.
Siempre debemos recordar que la prevención es fundamental para cuidarnos y así disfrutar con responsabilidad un momento de esparcimiento sin poner en riesgo mi vida, la de mis seres queridos y la del resto de las personas.