Educación Técnico Profesional en Chile: un cambio de mirada

Setenta y nueve años se cumplen esta semana desde la creación de la Educación Técnico Profesional en nuestro país. Sin embargo, a pesar de todo el tiempo transcurrido, una gran parte de la sociedad aún no le da la valoración que se merece, sabiendo que un 37% de los alumnos de educación media egresan de liceos técnico profesionales y, sobre todo, por la importancia que los técnicos tienen para la empresa.

En este tiempo de pandemia, los estudiantes de liceos técnicos y de institutos profesionales se han viso impedidos de asistir a sus clases presenciales, lo que ha dejado aún más en evidencia lo necesarios que son los técnicos en todas las áreas productivas.

En los colegios de Fundación Nocedal hemos recibido, en el último tiempo, un sinnúmero de solicitudes desde empresas para que les enviemos a nuestros alumnos a realizar prácticas profesionales, pues no cuentan con la mano de obra necesaria para llenar las vacantes que tienen disponibles. Esto se produce especialmente en las áreas de electrónica y telecomunicaciones.

Lamentablemente, en Chile la educación técnica no se mira como la primera opción de estudios y la mayoría aspira a llegar a la universidad. Sabemos que hoy la cifra de profesionales universitarios cesantes es muy alta y que, por el contrario, el sector técnico profesional tiene una alta demanda por parte del sector productivo, y esto se ve reflejado, según el Mineduc, en que muchos de sus egresados tienen ingresos por sobre el millón de pesos.

¿Qué se puede hacer entonces para lograr que las familias y los jóvenes puedan darle más valoración a la Educación Técnica?Algunas de las medidas deben implementarse desde las políticas públicas y así se ha estado haciendo en el último tiempo en que, desde el Gobierno, se han realizado algunas iniciativas, tales como la creación de Liceos Bicentenario Técnico Profesionales, las redes de articulación regional Futuro Técnico (presentes a lo largo de todo el país), el Acuerdo Nacional de Articulación entre la educación media y superior TP, la puesta en funcionamiento del Marco de Cualificaciones Técnico Profesional y la implementación de un Sistema de Acceso a la Educación Superior Técnico Profesional, entre otros.

Sin embargo, si estas medidas no se dan a conocer a la sociedad, la cultura no va a cambiar de forma más sostenida. Se necesita acompañar estas medidas de una campaña que comunique a la opinión pública las bondades de la educación técnico profesional para el país y para la juventud. Existen muchos jóvenes que han tenido trayectorias exitosas y que pueden dar su testimonio de que, gracias a la formación que recibieron como técnicos, han podido salir adelante de forma exitosa.

Así lo hemos podido ver en los 26 años de vida de Fundación Nocedal, en que muchos de los egresados de nuestros colegios han logrado realizarse como técnicos en distintas áreas del quehacer nacional, tanto en el sector privado como en el sector público. Esto lo hemos comunicado al interior de la institución lo que se ha traducido en que existe una cultura positiva en relación a ver a la educación TP como una opción valiosa.