Con peras y manzanas
Les advierto que cuando el dinero comienza a perder valor, todos pierden. Si antes ganaba 100 y el Estado me quitaba 10, y con los 90 que me quedaban podía pagar todo lo que necesitaba. Con la inflación ya no podré hacerlo, ya que con la misma cantidad de dinero podré comprar harto menos.
Christian Aste es Abogado
Para que la gente lo entienda fácil, si tengo 1.000 pesos y puedo comprar 10 manzanas (puede ser cualquier cosa), significa que cada una de ellas vale 100 pesos. Si en vez de 1.000 pesos que tenía, ahora tengo 10.000 pesos, pero sigo teniendo las mismas 10 manzanas, cada manzana aumentará su precio a 1.000 pesos cada una. Tengo más dinero pero no me alcanza para comprar más manzanas. Ojo, tengo nominalmente más dinero, pero este disminuyó radicalmente su valor.
Eso que he descrito y que se conoce como inflación, ocurre entre otros casos, cada vez que la cantidad de dinero que existe (circulante) para demandar bienes aumenta en mayor proporción que lo hace la oferta. Lo normal y que ocurre cuando la economía funciona, es que si la demanda aumenta, también lo haga y en la misma proporción la oferta. Sin embargo, cuando quienes ofertan consideran que el circulante no se mantendrá en el tiempo, porque observan que hay un incremento en la tasa de desempleo, la reacción a una mayor demanda no necesariamente es una mayor oferta, sino que un incremento en los precios.
Si quienes gobiernan, en vez de promover políticas orientadas a recuperar el empleo y estabilizar la economía, apuestan a que el circulante aumente circunstancialmente, sea por medio del endeudamiento, el uso del ahorro, o lisa y llanamente por la emisión inorgánica de billetes, lo que habrá será sí o sí inflación.
De hecho, es lo que nos pasó con los retiros que se han hecho de las AFP, y lo que ocurrirá con el que se está promoviendo. Aumentará el circulante y, por lo tanto, la demanda, más no la oferta y sí los precios.
Les advierto que cuando el dinero comienza a perder valor, todos pierden. Si antes ganaba 100 y el Estado me quitaba 10, y con los 90 que me quedaban podía pagar todo lo que necesitaba. Con la inflación ya no podré hacerlo, ya que con la misma cantidad de dinero podré comprar harto menos. Al Estado le pasará lo mismo, y para equilibrar su balanza o se endeudará o aumentará los impuestos, haciéndonos más pobres. Todo esto que aquí explico, los políticos lo saben o lo deben saber, porque por algo ejercen en cargos públicos, pero no solo no lo dicen, sino que le hacen creer a la gente que todo esto es mito, y que nada ocurrirá. Son ciegos al incremento del valor de la UF, y al aumento del tipo de cambio, que son precisamente las señales que tiene el mercado para decir que hay inflación. Pero no les importa. Le es más fácil decirle a la gente que retiren dinero para que lo puedan gastar – populismo puro y triste-, que explicarle que hacer eso es irresponsable y lo que produce es que la gente sea más pobre. En concreto, quieren en los hechos que en nuestro país, pase lo mismo que Argentina, Cuba y Venezuela, donde el dinero cada día vale menos.