Tecnología transformadora para todos
La tecnología no solo debe llegar a todos, sino que también debe ser creada considerando a todos y todas quienes se beneficiarán de ella. Y ahora es un buen momento para poner énfasis en este punto, cuando este viernes se conmemoró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
Alejandra Bonati es Gerenta de Comunicaciones y Asuntos Públicos de Google Chile
Desde que comencé mi camino profesional he sido una gran entusiasta de la tecnología. Creo fuertemente en su poder transformador, en cómo puede mejorar la vida de las personas y en que puede resolver grandes problemas de la humanidad.
La evidencia más clara la tenemos muy fresca con todos los cambios que nos trajo la pandemia del COVID- 19. Pudimos ver en primera persona cómo la tecnología nos permitió seguir trabajando a distancia, nos conectó con nuestras familias y amigos en los momentos más duros, nos ayudó a que los niños, niñas y jóvenes pudieran continuar aprendiendo e igualmente apoyó a miles personas a crear negocios y emprendimientos para salir adelante.
Para amplificar aún más ese impacto, la tecnología no solo debe llegar a todos, sino que también debe ser creada considerando a todos y todas quienes se beneficiarán de ella. Y ahora es un buen momento para poner énfasis en este punto, cuando este viernes se conmemoró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
En ese sentido y, siendo yo además parte de esa comunidad, las palabras de Annie Jean-Baptiste, líder de inclusión de productos en Google y autora del libro Building for everyone, llamaron especialmente mi atención. Jean-Baptiste habla de la necesidad de ser intencionales desde la creación de un producto, comenzando con la equidad para brindar un enfoque inclusivo al proceso de diseño. “Cuando estás creando un producto o servicio para otra persona, es importante asegurarse de haber colaborado y co-creado con comunidades poco representadas para construirlo para todos, con todos. Cuando construimos de manera inclusiva, el resultado es mejor para todos”, dice la ejecutiva.
En ese sentido, el que un producto o servicio tenga a la accesibilidad incluida desde su concepción, me hace sentir aún más entusiasmo y fe en lo que la tecnología pueda hacer por todos, sin excepción. Como, por ejemplo, agregar subtítulos a las videollamadas o a un video en YouTube, para personas con discapacidades auditivas; incorporar un amplificador de sonidos en un dispositivo móvil; el poder dar instrucciones al Asistente de Google para facilitar la búsqueda de información, o simplemente escribir en el teclado del celular deslizando un solo dedo sobre él cuando solamente puedes usar una de tus manos, son de verdad grandes habilitadores.
Mi confianza en el valor de la tecnología, se acrecienta aún más cuando veo cómo la inteligencia artificial puede ayudar, por ejemplo, a personas con discapacidad visual en el reconocimiento de imágenes que luego convierte en texto y reproduce en audio como lo hace Lookout o, con el recientemente anunciado Project Relate, una nueva aplicación de Android que tiene como objetivo ayudar a las personas con impedimentos del habla (como las producidas por apoplejías, ELA, parálisis cerebral, lesión cerebral traumática o enfermedad de Parkinson) a comunicarse más fácilmente con otras personas e interactuar con el Asistente de Google.
Citando una vez más a Annie Jean-Baptiste, es fundamental que la inclusión sea un compromiso, “que todos se vean reflejados en el resultado final del trabajo de una empresa o de un individuo”. Y por supuesto que este compromiso no solo lo hagamos o lo recordemos en el día de las Personas con Discapacidad, sino que forme siempre parte de la tecnología, para que sea transformadora de verdad y para todos.