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Actualizado el 21 de Diciembre de 2021

Vox Populi, Vox Dei

El pueblo votó por Boric porque creyó que cambió, y eso es una muy buena noticia, porque Chile hoy se moderó. Kast, que ya era el candidato de la moderación, porque reclamaba contra todos estos absurdos que el candidato de la primera vuelta promovía, logró que Boric se diera cuenta que; no podía expropiar los fondos previsionales, amparar la delincuencia ni al lumpen, y si quería que el país creciera y fuera solidario, debía poner el acento en el emprendimiento y el crecimiento.

Por Christian Aste
Boric Malvinas Gabriel Boric asumirá la Presidencia el próximo 11 de marzo. AGENCIA UNO/ARCHIVO
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Christian Aste

Christian Aste es Abogado

Bajo esta expresión que todos reconocemos, lo que se quiere consignar es que la opinión popular siempre o si se quiere, generalmente, revela la voluntad de Dios y por lo tanto debe acatarse.

Si bien es cierto que el pueblo yerra, y que cuando lo hace, paga muy caro sus errores, también lo es que más de las veces acierta, y lo hace incluso en aquellos casos que uno razonablemente ha considerado que se equivocó y rotundamente.

Desde un punto de vista estrictamente racional, parece un error y garrafal que la gente haya votado y como nunca por un candidato que no sólo se contradecía una y otra vez, sino que además propuso en la primera vuelta cosas tan absurdas como; dialogar con los que se toman la propiedad ajena, generar un fondo común con los ahorros privados, transformándoles en heredables pero para las generaciones – lo dijo su jefa económica -, indultar a los presos de la revuelta, que son quienes saquearon y destruyeron el país, generar cambios tributarios que, si se aplican, terminarán por espantar aún más a los dueños del capital, que son los que invierten, dan trabajo, y permiten que el país crezca. En definitiva, un candidato cuyas ideas eran indubitadamente equivocadas y/o derechamente malas.

Pero el pueblo dijo otra cosa y lo votó, y lo hizo porque creyó que cambió, y eso es una muy buena noticia, porque Chile hoy se moderó. Kast, que ya era el candidato de la moderación, porque reclamaba contra todos estos absurdos que el candidato de la primera vuelta promovía, logró que Boric se diera cuenta que; no podía expropiar los fondos previsionales, amparar la delincuencia ni al lumpen, y si quería que el país creciera y fuera solidario, debía poner el acento en el emprendimiento y el crecimiento.

Logró de hecho, que a la campaña de Boric se sumarán economistas reconocidamente serios, y que abrazaran su causa políticos moderados y de centroizquierda, esto es, verdaderos socialdemócratas como lo son Lagos o Girardi. Es decir, Chile hoy, por la acción de Kast, tiene un Presidente que gobernará con las ideas de la socialdemocracia, que son las ideas que hicieron que Boric ganara y que Chile disminuyera la pobreza. Si no le hace caso a ese electorado, e insiste en avalar las tonteras de la Convención Constituyente, y volver a vestirse del ropaje que usó en la primera vuelta, será un gobierno que no tendrá más apoyo que el que tuvo en la primera vuelta, y cada día que pase, Kast que tiene un piso de un 44%, que es de él, y no de Parisi ni de Sichel, que no hicieron nada para apoyarlo, comenzará a subir progresivamente, quiéranlo o no los comunicadores sociales que evidentemente y sin descaro, lo detestan. La gente como dice el ex Fiscal Gajardo – espero futuro Ministro de Justicia – es tonta hasta las 12. Por lo tanto, si la moderación que les vendieron era una puesta en escena, que no respondía a la realidad, y se imponen las ideas de la primera vuelta, lo que habrá y lo anticipo, será una desconfianza tremenda. Esa desconfianza provocará desazón, la que siempre y lo sabemos, termina transformándose en rabia.

La raya para la suma, en ese supuesto, que esperemos no ocurra – porque queremos que a Chile le vaya bien – será que Kast sólo sumara adherentes, que serán todos aquellos que votaron por Boric 2, ya que todos ellos declararán inequívocamente y en la intimidad de su casa; que fueron timados, y que se equivocaron de apoyarlo, sea porque odiaban y con razón a Piñera – que salvo lo de las vacunas, todo el resto lo hizo mal -, o porque en algún momento de sus vidas juraron y también con razón, nunca apoyar a quien votó para que los militares siguieran en el poder. No olvidaron; la prepotencia de la bota militar, los allanamientos intempestivos, y el maltrato gratuito. Pero toda esa historia, que es pasada, será superada por la rabia que referimos más la ira que sigue al engaño, si son o se sienten engañados.

Por lo anterior, y solo en el caso que ocurra lo que no quiero, que sea que Boric 1 gobierne, me limito a pedirle y con el derecho que me da, haberle creído y votado, que Kast esté muy pero muy atento. Debe hacerlo, tanto para retener el 44% que lo votó, como para capitalizar el descontento, que se producirá irrefutablemente si al final, lamentablemente insisto, si se impone el Boric 1. Es un imperativo sí, que para que ello se produzca, trabaje en la construcción de un suprapartido, capaz de convocar al PDG y a todos los movimientos sociales que adscriben la libertad. Debe también y aunque le duela el alma, asumir que la sociedad cambió, y que la gente reniega de la religión. No le reconocen autoridad para que dicte cátedra – los abusos que se cometieron fueron un golpe mortal -. Debe entender y de una vez, porque tiene las capacidades para hacerlo, que la realidad se impone, y que los políticos existen para gobernar esa realidad, no la que ellos quieren, y hoy esa realidad demuestra; que la mujer está empoderada y que exige un equilibrio absoluto en el trato, que las personas defienden su orientación sexual y necesitan que se les reconozca y dignifique. No permitirán que nadie las ponga por debajo de otras estructuras. Menos que las miren con desdén. La familia que construye la mujer separada, o la que convive con otro, sea o no del mismo sexo, tiene la misma dignidad y valor jurídico que el que ostenta la familia tradicional. El amor, y eso nunca lo olvidemos, no reconoce sexo, condición social, ni tampoco raza.

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