Errores, mentiras y vaguedades
Ojalá haya reflexión, cambio de actitud, reconsideración de planes, cualquier cosa positiva que no le cuelgue la pinta de inútil al presente Poder Ejecutivo. De lo contrario, no tengo que decir qué nos espera.
Las primeras semanas del nuevo Presidente de la Nación, hasta ahora, solo han traído errores, mentiras, contradicciones, vaguedades y “metidas de pata”.
No soy capaz de enumerar a todas: son tantas que de la mayoría ni se entera la gente, menos aún yo. Pero sí quiero mencionar algunas de las que más me llamaron la atención.
Comencemos con las patéticas intenciones de la ministra de Interior y su subsecretario de visitar reductos narcoterroristas autodenominados “mapuches” para dialogar en busca de paz y tranquilidad en la zona conflictiva, terminadas a balazos y declaraciones de guerra de los destinatarios de estas visitas.
Sigamos con la increíble mentira del Presidente, cuando afirmó tajantemente que “no habrá espacio para pitutos… (los nombramientos) no deben ser un consuelo.” A continuación de esa frase, designó embajadores, subsecretarios y muchos seremis, todos con sueldos astronómicos, para compensar sus malas suertes en las últimas elecciones; pocos con preparación y capacidad para sus puestos.
La frase “cualquier cosa es mejor que una constitución hecha por cuatro generales” da a entender muchas cosas deplorables. Primero: una feroz ofensa a Ricardo Lagos que la transformó en un 80%, lo sometió a un plebiscito exitoso y la modificó a una de las mejores del mundo. Segundo: ¿se aceptaría “cualquier cosa”, como por ejemplo, la Constitución de Corea del Norte (si existe una…)? Tercero: no hay derecho a pronunciar semejantes frases de chacota, dignas de una mente que no reflexiona antes de hablar.
La total incertidumbre sobre los ahorros ya existentes y los aportes jubilatorios futuros tiene a todas y todos en vilo. A la afirmación que nadie tocará lo que ya se encuentra acumulado en las AFP, sigue una frase totalmente ambigua: “Los ciudadanos son dueños del derecho a tener una pensión digna y de seguridad social”. Ergo, son “dueños del derecho”, pero nada más… Boric es inigualable para hablar solemnemente sin decir nada, usando expresiones que evitan cualquier decisión concreta o puntual sobre el tema que es el centro de las preocupaciones.
El Presidente, con un gran séquito, solo 18 días después de vestir la banda, efectúa una larga visita al país más fracasado, al gobierno más criticado y corrupto del subcontinente para…¿para qué? Que yo sepa, ningún Presidente chileno anterior salió del país y de su despacho en sus primeros 100 días, a menos que no sea para visitar distintas partes de Chile en su trabajo de mandatario. ¿Fue pedir consejos al o a la Fernández? El colmo fue visitar la Fundación Kirchner, un acto que ni merece otro comentario ¡qué vergüenza!
Mientras Boric declara que nunca permitirá un quinto retiro, sus diputados oficialistas deciden presentar un proyecto que permite hasta diez retiros, o sea, todo lo ahorrado. Signo inequívoco del cero contacto con sus propios parlamentarios que ignoran lo que el jefe juramentó y siguen con su intención de llevar a Chile a la miseria.
No continuaré enumerando los hechos de estas primeras semanas, porque creo que con lo arriba mencionado dejé claro que la mayoría de la minoría de votantes que eligió a Gabriel Boric nunca pensó que semejantes mentiras, errores y vaguedades solucionarían la grave crisis en que estamos metidos.
Ojalá haya reflexión, cambio de actitud, reconsideración de planes, cualquier cosa positiva que no le cuelgue la pinta de inútil al presente Poder Ejecutivo. De lo contrario, no tengo que decir qué nos espera.