Vulneración de derechos y niñeces y adolescencias en Chile
6 de cada 10 niños, niñas y adolescentes entre 5 y 12 años, han sufrido algún tipo de maltrato físico o psicológico (ELPI 2017), 6 de cada 10 han presenciado situaciones de consumo, tráfico o micro-tráfico de drogas; y 5 de cada 10 han presenciado o vivido violencia en su área residencial.
Hace una semana conocimos la lamentablemente noticia de un joven de 16 años de la Isla Santa María, en la Región del Biobío, quien falleció debido a la falta de acceso oportuno y expedito a la atención en salud. Del mismo modo, en otros planos de derechos de las niñeces y adolescencias, hemos sido testigos de la agudización de diversas problemáticas sociales, que afectan su pleno bienestar integral.
En Chile, los niños, niñas y adolescentes, en adelante NNA, ascienden a 4.259.155 (CENSO 2020), representando el 24,2% de la población. El 43,5% de los hogares se encuentra compuesto por NNA, y en el grupo de menores ingresos aumenta a casi 6 de cada 10. En donde NNA enfrentan diversas barreras como el aumento de la vulnerabilidad social, la pobreza por ingresos y la pobreza multidimensional, (CASEN 2020) concentradas en la primera infancia, las niñeces migrantes y rurales. Mientras en la Región del Biobío casi 6 de cada 10 hogares, se ubica entre el 40% más vulnerable. (Registro Social de Hogares 2020).
Situaciones de vulnerabilidad preocupantes, que se agudizan con el aumento de las violencias y la exposición de NNA a entornos de riesgo. Destacándose, por ejemplo, que 6 de cada 10 NNA entre 5 y 12 años, han sufrido algún tipo de maltrato físico o psicológico (ELPI 2017), que 6 de cada 10 han presenciado situaciones de consumo, tráfico o micro-tráfico de drogas; y que 5 de cada 10 han presenciado o vivido violencia en su área residencial, contextos sociales muchas veces invisibilizados para lograr una comprensión social compleja de la realidad.
Si bien hace una semana, fuimos testigos de la preocupación generada por la participación de NNA en situaciones de violencias y/o comisión de delitos, debemos preguntarnos por las causas que lo generan, más allá de poner el foco en tratar sus síntomas o consecuencias. Implicando no sólo generar políticas para que no cometan delitos, desde un enfoque de control, reinserción social y/o preventivo; sino también desde un enfoque promotor y de garantías de derechos sólo por el hecho de ser NNA. Como, por ejemplo, su derecho a ser protegidos y vivir en un medio ambiente libre de violencias o tráfico. Art. 33 CDN.
Requiriéndose en salud y bienestar, entorno familiar y cuidado, entre otras áreas de derechos, contar con políticas articuladas y sistemas integrales que permitan garantizarlos y protegerlos, mediante acciones dirigidas tanto a NNA, sus familias y comunidades.
La Ley 21.430 sobre Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia, viene a resguardar y garantizar efectivamente la protección de sus derechos, lo que debe ir de la mano con el aumento de inversión pública y el diseño de políticas con una mirada comprehensiva, multisectorial y de acompañamiento.
Finalmente, una reflexión clave, los mejor indicadores de desarrollo de un país son sin duda, las condiciones en que nacen, viven y se desarrollan sus niños, niñas y adolescentes, y de nadie más que de nosotros(as) depende.
Roxana Zuleta,
directora Trabajo Social UNAB