Tutorías para recuperar lo perdido por la pandemia
La implementación de tutorías de apoyo a la docencia presenciales, focalizadas en establecimientos con mayor necesidad y que descansen en una alianza público-privada, es una recomendación central del documento del CPP UC.
El Ministerio parece recoger esto de forma vaga dentro de su programa, pero no da mayores luces de cómo o cuándo se dará su implementación. AGENCIA UNO/ARCHIVO
Las significativas pérdidas de aprendizaje derivadas de los cierres de colegios durante la pandemia de Covid-19 se sienten hasta la actualidad y han sido el foco de una discusión que, aunque fundamental, no se hace sentir aún como central en la discusión pública. Las simulaciones tempranas del Ministerio de Educación durante la pandemia mostraban un posible aumento de 2,5 puntos porcentuales en la tasa de deserción escolar y una pérdida de 88% de los aprendizajes si las escuelas se cerraban por 10 meses. La implementación de un plan de recuperación educativo, con la población ya vacunada y las escuelas abiertas, todavía está pendiente y debe ser acelerada para evitar los efectos crecientes que tendrá a largo plazo el cierre sobre el desarrollo profesional y la productividad de los actuales escolares.
Los programas de tutorías han sido citados como una herramienta para acelerar en forma focalizada la recuperación de aprendizajes. En Chile, evidencia empírica reciente ha encontrado efectos positivos de este tipo de programas sobre la retención, graduación, asistencia y rendimiento de los escolares (Cabezas, Cuesta y Gallego, 2022). Asimismo, un trabajo reciente publicado en el Centro de Políticas Públicas UC (CPP UC) ha revisado la literatura en general y propuesto la implementación de un Programa Nacional de Tutorías, preferentemente presenciales (Cabezas et al., 2022).
El programa “Seamos Comunidad” del Ministerio de Educación, que busca hacer frente a los efectos negativos de la pandemia sobre los aprendizajes y pérdidas de los escolares, incluye un programa de tutorías, pero está aún pendiente su ejecución. Fuera de ello, se trata en su globalidad de un programa limitado, que aumenta muy poco el gasto por estudiante y recoge en forma vaga la evidencia en la implementación de tutorías. No responde a la urgencia de paliar las crecientes brechas socioeconómicas en el aprendizaje, reforzadas por cada día que pasa sin la implementación de medidas de enseñanza remedial.
La implementación de tutorías de apoyo a la docencia presenciales, focalizadas en establecimientos con mayor necesidad y que descansen en una alianza público-privada, es una recomendación central del documento del CPP UC. El Ministerio parece recoger esto de forma vaga dentro de su programa, pero no da mayores luces de cómo o cuándo se dará su implementación. Por mientras, los escolares más vulnerables de nuestro país siguen esperando y las brechas de aprendizaje se siguen ensanchando.
Manuel Villaseca,
investigador de Acción Educar
