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1 de Agosto de 2022

Más cultura para fortalecer e integrar a nuestra sociedad

Mientras mayor sea el acceso de los niños a la cultura, mayores serán las posibilidades de que se conviertan en adultos capaces de gestionar sus emociones, su conexión y empatía con los demás.

Por Cristóbal Lira
El currículum escolar debiera incluir también música, filosofía, historia, dar mayor espacio a las humanidades, exponer a los niños a manifestaciones y experiencias culturales distintas. AGENCIA UNO/ARCHIVO
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En los últimos años, los chilenos nos hemos vuelto más conscientes de los aspectos positivos que trae la cultura para nuestras vidas. Ese libro que leímos y nos hizo pensar en algo diferente; la visita familiar al museo que nos trajo nuevos temas de conversación; la obra de teatro que reflejó parte de nuestros sentimientos, o la música que nos reconforta según nuestro estado de ánimo son ejemplos concretos de cómo la cultura es capaz de transformar realidades, integrarnos socialmente, rescatar valores, impulsar la creatividad, acrecentar nuestros niveles de felicidad y bienestar.

Pero existe además otro gran aporte que nos entrega la cultura, relacionado con el fuerte nexo que tiene con la educación y los beneficios para la sociedades que incluyen la entrega de contenidos culturales desde temprana edad. Mientras mayor sea el acceso de los niños a la cultura, mayores serán las posibilidades de que se conviertan en adultos capaces de gestionar sus emociones, su conexión y empatía con los demás.

Porque aumentar el acceso a la artes y la cultura dentro del currículum escolar y exponer a niños y jóvenes a una variada gama de expresiones artísticas, es una manera de generar instancias de participación que pueden ayudar a disminuir problemas que estamos viendo hoy en nuestro país como la incomunicación, el alto consumo de alcohol o estupefacientes o la insatisfacción juvenil, que deriva en mayores índices de agresividad hacia sus pares y hacia los adultos.

De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Los Andes en Lo Barnechea y que incluyó a todo tipo de colegios de la comuna, evaluó la salud mental de los alumnos desde pre kínder a cuarto medio y entre los resultados, destacó el deterioro de la escala prosocial, aquella que mide habilidades sociales y comunicacionales para resolver problemas. La consecuencia es evidente: Contar con deficientes habilidades sociales y deterioro de la salud mental impide regular las emociones, lo que finalmente deriva en violencia.

Por eso, es fundamental dar un nuevo enfoque a la cultura como una herramienta de protección, integración y cohesión para las nuevas generaciones. Y para comenzar, deberíamos ir dejando atrás esa visión únicamente productiva de la educación, aquella que sólo se centra en enseñar a leer, escribir, sumar y restar, con intereses matemáticos y economicistas encabezando la lista. El currículum escolar debiera incluir también música, filosofía, historia, dar mayor espacio a las humanidades, exponer a los niños a manifestaciones y experiencias culturales distintas, que los hagan pensar, cuestionarse lo que no les parece correcto y buscar desde su individualidad nuevas formas de hacer las cosas  que impactarán colectivamente.

No podemos pretender tener un país unido, pacífico, productivo ni creativo si no abordamos los contenidos culturales desde la educación desde temprana edad, si no valoramos a la cultura como un motor de cambio social, como una herramienta de educación para las personas y como una forma de imaginar otro mundo posible, más conectado, humanizado y participativo para todos. 

Por Cristóbal Lira, alcalde de Lo Barnechea y presidente de la Corporación Cultural Lo Barnechea, y Alejandra Valdés, Directora Ejecutiva de la Corporación Cultural de Lo Barnechea.
 

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