Día del Niño: que la infancia sea verdaderamente una prioridad
Para que verdaderamente sea un “feliz Día del Niño”, es trascendental que la preocupación por la infancia sea una prioridad y no una simple frase que repetimos una vez al año.
Agosto. Sinónimo de Día del Niño. Una efeméride que debiese invitarnos a reflexionar sobre la niñez, el colectivo social más vulnerable y que sufre más severamente las crisis y los problemas del mundo; una fecha especial, de gran significancia para promover los derechos de niños, niñas y adolescentes (NNA) y concienciar a las personas sobre la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo integral en un ambiente libre de violencia.
Y aunque la fecha es una invitación a celebrar, todavía hay aspectos en los que debemos mejorar para que la alegría sea completa. Chile sigue en deuda con su niñez, especialmente con la más vulnerable e injustamente invisibilizada. Como nación, y pese a contar por fin con una muy postergada Ley de Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, se ha avanzado tibiamente en reconocer a NNA como sujetos de derecho, con opinión, capaces de incidir en su propia vida y en el mundo que anhelan construir.
Como sociedad no hemos hecho los suficientes esfuerzos para evitar la inexplicable marginación de la niñez y la adolescencia de la vida social, delimitando sus posibilidades para contribuir y participar de instancias donde su voz debiese ser tan válida como la de cualquier ciudadano de este país. En lugar de ser reconocidos como actores sociales relevantes, miembros de una comunidad y, por tanto, que pueden ejercer su ciudadanía a través de instancias de deliberación, se les ha despojado de su valor político y reducido a un rol pasivo sustentado en juicios como la incapacidad o la vulnerabilidad.
Aunque es indudable que el país ha avanzado en el reconocimiento de los derechos de la niñez, también es evidente que los esfuerzos conducidos a través de políticas públicas y el decisivo rol que ha jugado la sociedad civil a través de múltiples instancias, no han sido, lamentablemente, suficientes.
Un paso importante para la consolidación de la niñez como sujetos de derechos es el reconocimiento a nivel constitucional. Espero no nos equivoquemos nuevamente con la niñez, y que en la nueva Carta Fundamental que rija nuestro país se reconozca a NNA como sujetos de derecho, para que tengan derecho a vivir en condiciones que les permitan tener un desarrollo armonioso de su personalidad y que establezca a la vez el que deben ser protegidos contra todo tipo de violencia.
Esos elementos ya esgrimidos en cierta manera en la actual propuesta constitucional debieran ser mantenidos en cualquiera que sea el proceso que la ciudadanía decida, pues nos permitirían pensar en un nuevo trato hacia la niñez con una base sólida y necesaria.
Para que verdaderamente sea un “feliz Día del Niño”, es trascendental que la preocupación por la infancia sea una prioridad y no una simple frase que repetimos una vez al año.