Desmenuzando la reforma tributaria: segunda parte
Me parece sí buena idea, el registro de los beneficiarios finales. Aunque yo iría aún más allá y obligaría a que la policía y los funcionarios municipales anoten a los que operan el comercio informal.
Quiero comenzar esta columna reconociendo el espíritu democrático tanto del ministro de Hacienda, como del equipo profesional que lo asiste, porque desde el primer minuto aceptaron que su proyecto no estaba escrito en piedras, y que estaban por lo mismo dispuestos a juntarse con todos. Porque si hay algo que los caracteriza, es que no discriminan. Del mismo modo que a Boric, lo que les importa es el país y tejer puentes que permitan unir a los ciudadanos. Hay que reconocer su disposición y su buena voluntad. Muchos se ciegan con el poder, y aprovechan de darse gustitos que son muy caros. Pero ellos han demostrado con hechos, que no son así. Al revés harán los cambios que sean necesarios, si se demuestra que son buenos para Chile.
Siguiendo esa línea, y sin pecar de majadero, referiré algunos problemas de la Reforma Tributaria en lo que refiere al Código Tributario. Las modificaciones en renta las hice en otra columna anterior. No parece razonable que el director pueda en una resolución calificar los actos o contratos como elusivos, menos que el SII en un acto administrativo pueda cuantificar diferencias de impuestos amparado en esa calificación, y que el asesor quede a merced de lo que ocurra en ese juicio, en el que no aplica conciliación ni es posible reposición voluntaria. Se supone que los actores económicos pueden arbitrar en libertad cómo se organizan. No parece lógico que se les coarte esa libertad y menos que se les grave por tomar una u otra decisión, y eso hacerlo sin consultar o a un panel de expertos, o lo que resuelvan los tribunales especializados (que sabemos desaparecerán si se aprueba la Constitución propuesta). No es aconsejable imponer como regla de notificación en todos los procedimientos, incluso el procedimiento ejecutivo, la notificación por correo electrónico.
A mucha gente las notificaciones gubernamentales llegan al spam. Por lo general son pocos los que consultan spam, y no hacerlo, si se aprueba la Reforma, tendrá efectos que son o pueden ser devastadores. Impedir que las personas en un mundo global puedan reorganizarse fuera del país aplicando las mismas reglas de Chile, no constituye una buena idea. Implica una desigualdad. Menos exigirles que consulten métodos de valoración, que costarán plata contratarlos. Más vale seguir con la regla actual, que no inhibe al SII tasar. No es buena idea beneficiar a quien denuncia, sin sancionar penalmente la denuncia falsa, sin establecer un quantum mínimo de la misma, y sin sobre todo excluir a ciertos profesionales de hacerla, como son o pueden ser los contables o los abogados y/o los estudios o consultoras en las que trabajan. Debe también identificarse la forma que accedieron a esa información. Puede ser ilegal, y el sistema eso no puede ni debe avalarlo.
Me parece sí buena idea, el registro de los beneficiarios finales. Aunque yo iría aún más allá y obligaría a que la policía y los funcionarios municipales anoten a los que operan el comercio informal. Extendería la figura del denunciante anónimo, con los cambios que marqué, ampliándoles incluso el monto del beneficio hasta un 25%, cuando se trate de un importador o proveedor que abastece el comercio informal. Incluiría la figura del decomiso inmediato de todos los activos del proveedor en cuestión. Otra buena idea es la que permite al SII acceder a la información bancaria. Los flujos que no pagan impuesto en alguna parte están, y hay que hacerles seguimientos, y en eso hay que ser implacable. Limitaría los permisos municipales solo a quienes vendan productos que ellos mismos produzcan o elaboren, con una tasa única que aplique al valor de venta. Lo que no puede ocurrir, ni nosotros permitir que ocurra que el comercio formal, se reemplace por el informal, y que la ciudad se transforme en un mercado público. Si no puede combatirse ni sancionarse por la razón que sea al vendedor, que se aplique el máximo de multa a quien compra, y que eso se haga bajo un procedimiento expedito. No podemos permitir que siga aumentando la evasión. Son muchos puntos del PIB. Debiera también revisarse la restitución del IVA en las cuentas de capitalización en los deciles más vulnerables (5 primeros deciles que pagan en impuesto el 16% de sus ingresos, según datos del mismo Ministerio de Hacienda) y la inclusión de un ingreso negativo, para que todos paguen impuesto. Eso puede hacerse cruzando esa información, con la trazabilidad de los gastos, cuestión que es factible hacerla bajo el modelo de la nominalización de las boletas, y la inclusión del pago electrónico.