Subir la edad de jubilación: la verdad dolorosa que Boric no se atreve a asumir
Según la Federación Internacional de Administradoras de Pensiones, ya son 64 países los que han aumentado su edad de jubilación hasta junio de 2022.
Finalmente, el Ejecutivo presentó la reforma de pensiones. El proyecto tiene varias novedades. Sin embargo, no hay mención alguna a un aumento en la edad de jubilación ¡y cómo no! No hay nada menos atractivo que decirle a alguien que debe trabajar más tiempo, y menos en los tiempos populistas que corren. Pero como señaló Thomas Mann, “con el tiempo, es mejor una verdad dolorosa que una mentira útil”, y la verdad es que los datos acompañan la idea de aumentar la edad de retiro.
Lo anterior, porque la esperanza de vida en Chile ha subido significativamente. Reflejo de ello es que si para 1980 la población chilena mayor a 80 años rondaba los 100.000, hoy casi sextuplica esa cifra.
Esto no pasa sólo en Chile y muchos Estados han entendido que sus sistemas de pensiones deben adecuarse a ese cambio. De hecho, según la Federación Internacional de Administradoras de Pensiones, ya son 64 países los que han aumentado su edad de jubilación hasta junio de 2022. Entre ellos, se encuentran 8 de los 10 países mejor evaluados según el Mercer CFA Global Pension Index (MCGPI), ranking que clasifica los sistemas de pensiones en el mundo.
Chile, 16 en el ránking, no ha hecho modificaciones e incluso es de los pocos países que tiene edad diferenciada entre hombres y mujeres. Esto último debe ser corregido, las mujeres no solo viven más que los hombres, sino que su densidad previsional es más baja y aún existe una importante brecha salarial.
Por tanto, debemos homologar la edad de jubilación entre hombres y mujeres, y avanzar a la postergación en la edad de jubilación. ¿Por cuánto? En Países Bajos -número 2 en el ránking- han optado por un incremento gradual de 65 a 67 años y han anclado la edad de jubilación con la esperanza de vida, aumentando automáticamente el primero en función de los aumentos del segundo.
Adicionalmente, se han creado mecanismos para incentivar la postergación de jubilación premiando con un aumento de la pensión de un 6,5% por cada año de retraso.
Debemos tomar nota del país europeo, aunque aumentar la edad de jubilación no solucionará del todo el problema de las bajas pensiones. Para ello se debe trabajar adicionalmente en propuestas que aumenten la densidad previsional, los incentivos a ser parte del mercado formal, disminuir las brechas de género y, por supuesto, dejar de solo culpar a las AFPs. Si queremos tener mejores pensiones, debemos comenzar a afrontar estas “verdades dolorosas” y así terminar con las mentiras útiles que, al final, son solo “útiles” para la clase política.
Marcelo González
Jefe regional Fundación para el Progreso Valparaíso