Circenses Sine Panem
Sí, tengo bronca. Soy uno de las y los millones de compatriotas, la inmensa mayoría de mis compatriotas que tienen bronca, que están hartos y que claman a gritos: ¡BASTA!
Hace más de 2000 años el poeta romano Juvenal compuso la frase “panem et circenses” en una obra, burlándose de los políticos que con comida de mala calidad y espectáculos de circo distraían al pueblo de los reales problemas del Imperio. El dicho “se hizo viral” diríamos hoy: desde entonces se usa en todo el mundo, ya sabemos con qué significado. En nuestro Chile actual el circo mediático de los políticos está en su auge, sin embargo no le dan al pueblo comida, solo comidillas. O sea: tenemos el circo, pero sin pan.
Los errores, metidas de pata, contradicciones, prácticas erráticas, mentiras del Gobierno y su Presidente dan pie a que los políticos –todas/os, no solo los de oposición – se dediquen a criticar, gastar su tiempo – nuestra plata – en interpelaciones, acusaciones constitucionales y otras sandeces, a lo que el Poder en vez de gobernar se dedica a desmentidos y rechazos de acusaciones, a convocatorias y comités… ¡Viva el circo! El circo que no da la más mínima importancia a las y los que los rodeamos y contemplamos, el circo que solo gasta, desgasta y corrompe.
Entre tanto nosotros, que los hemos elegido a todas y todos de distintos colores e ideologías – la mayoría de las cuales nadie conoce o entiende – para que nos lleven a la felicidad y bienestar; nosotros que nos sacamos la cresta cada día para pagar sus suculentos, auto-asignados e indecentes sueldos, estamos cada día peor en todos, absolutamente todos los sentidos: inflación desorbitada, educación empeorada, salud deteriorada, seguridad inexistente, desocupación y delincuencia crecientes…es realmente el circo más triste y ruin en que estamos metidos.
Sí, tengo bronca. Soy uno de las y los millones de compatriotas, la inmensa mayoría de mis compatriotas que tienen bronca, que están hartos y que claman a gritos: ¡BASTA!
Estimados políticos: Presidente, ministras/os, subsecretarias/os, senadoras/es, diputadas/os y etcéteras: por favor ¿quieren dedicarse a gobernar, a sacar adelante al país, a sentarse a dialogar y decidir lo mejor para todos, a cumplir con el trabajo por el que los hemos empleado y les estamos pagando sus – repito: indecentes – sueldos? Antes de hablar o proclamar, revisen bien lo que van a decir. Antes de actuar discutan con sus pares y adversarios qué van a hacer. Antes de ser los tristes payasos de este circo nacional, por favor transfórmense en artistas de la política, en campeones de dirigir a Chile hacia el desarrollo; olviden sus insignificantes menudencias políticas, sus anhelos de poder absoluto, sus prédicas excluyentes apuntando a la separación y odio.
Sean honestos. Sean serios. Sean profesionales. Sean colaboradores en las soluciones. No queremos este circo; sí queremos todo lo que abarca la expresión “pan”, un pan decente, bueno que nutre un futuro soñado. No pasen a la historia como los peores políticos que desgobernaron a Chile.