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Actualizado el 1 de Marzo de 2023

Diálogo, a tres años del inicio de la pandemia

Llama la atención que un sector tan determinante que fue tan trascendental para salvar vidas en el control de la enfermedad como los proveedores del Estado especializados en el sector salud, no hayan sido reconocidos por el Ministerio de Salud.

Hay que aprender de lo vivido y mirar con humildad el futuro, dejar de lado la arrogancia y la soberbia, escuchando a los actores que le damos vida cada día al sistema de salud pública.
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Eduardo del Solar

Eduardo del Solar es director ejecutivo de la Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (APIS).

El 3 de marzo de 2020, un nuevo virus revolucionó al mundo: la pandemia del COVID-19, que sigue impactando a la población, en la situación sanitaria y, además, nos mostró nuevas formas de relacionarnos para evitar contagios.

A tres años del inicio de la emergencia, en Chile las cifras revelan que se han registrado 5.156.519 de casos positivos y 64.128 fallecidos. Del total de infectados, 5.066.466 pacientes se han recuperado.

A la par del impacto en la gente, el sector salud dio una certera respuesta: hospitales y clínicas trabajaron en red con el fin de dar tratamientos efectivos a los contagiados y los proveedores de dispositivos médicos tuvieron que hacer el mayor esfuerzo en un ambiente mundial de escasez, en que todos los países buscaban satisfacer sus necesidades de productos tan importantes como ventiladores mecánicos, monitores, camas de alta complejidad, equipos necesarios para estabilizar a los pacientes y aliviar a las personas durante la pandemia.

El diagnóstico del virus también se pudo realizar debido a la utilización de otros dispositivos médicos como Test Rápido y todos aquellos empleados en los PCR, que ayudaron a confirmar la enfermedad, entregando un resultado rápido y confiable que evitó una propagación mayor. Aquí también fueron clave los proveedores apoyando a las autoridades de salud en la obtención oportuna de estos productos.

Hay que sacar lecciones de la crisis. Por eso, llama la atención que un sector tan determinante que fue tan trascendental para salvar vidas en el control de la enfermedad como los proveedores del Estado especializados en el sector salud, no hayan sido reconocidos por el Ministerio de Salud y, hasta el día de hoy, este ministerio no quiera sentarse a conversar sobre cómo nos relacionaremos en el futuro para que nunca más tengamos que enfrentar una pandemia o contingencia de salud, sin la planificación adecuada y sin coordinación de ambas partes y así llegar a tiempo con productos que garantizan la seguridad del paciente y el buen desempeño del personal de salud.

Hay que aprender de lo vivido y mirar con humildad el futuro, dejar de lado la arrogancia y la soberbia, escuchando a los actores que le damos vida cada día al sistema de salud pública.

En APIS AG proponemos una mesa permanente que permita a los actores estar  coordinados por una mejor salud pública para los chilenos más necesitados que se atienden en los hospitales públicos.

La ausencia de diálogo es una mala política; estamos en tiempos en que las alianzas público-privadas deben fortalecerse dadas las nuevas amenazas a la salud que arremeten a nivel mundial.

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