Secciones El Dínamo

cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad
Actualizado el 17 de Marzo de 2023

Reactivación educativa

Si bien el Plan de Reactivación es bien intencionado y logra identificar bien los problemas que se deben abordar, una vez más es una política pública diseñada desde la cúpula gubernamental, académica y gremial y no desde la mirada y necesidades de niñas, niños y jóvenes estudiantes.

Por Marcelo Trivelli
El regreso a la escuela no es garantía de socialización, aprendizaje, entretención, bienestar ni entretención. Para ello se necesita una revisión profunda del sistema educativo. AGENCIA UNO/ARCHIVO
Compartir

es presidente de Fundación Semilla

El Plan de Reactivación Educativa 2023 fue dado a conocer en enero pasado y consiste en mitigar y superar los efectos de dos años de no presencialidad, aumentando los esfuerzos en la convivencia, salud mental, aprendizajes y vinculación de las y los estudiantes y sus familias con los establecimientos educativos.

El gobierno ha destinado importantes recursos económicos, profesionales y de materiales pedagógicos para abordar los desafíos antes mencionados. El Plan va acompañado de una campaña publicitaria dirigida a madres, padres y apoderados con un mensaje que pretende reforzar la asistencia y evitar la deserción: “que no falte el compromiso con la educación porque el jardín y el colegio te dan herramientas que te servirán para toda la vida”.

Existen suficientes estudios en el ámbito publicitario que concluyen que apelar a la racionalidad no genera los cambios de conducta deseados. El consumo de tabaco, alcohol y otras drogas duras no disminuye por campañas publicitarias que entregan información sobre el daño que produce su consumo. Lo mismo sucede con alimentos altos en azúcar, sodio y/o grasas saturadas, el sedentarismo o la obesidad.

En el ámbito público hemos visto que el deterioro urbano no se detiene con campañas publicitarias, sino que con una toma de conciencia ciudadana integral y transversal junto con acciones participativas y de apropiación del territorio por parte de las comunidades.

Si bien el Plan de Reactivación es bien intencionado y logra identificar bien los problemas que se deben abordar, una vez más es una política pública diseñada desde la cúpula gubernamental, académica y gremial y no desde la mirada y necesidades de niñas, niños y jóvenes estudiantes.

No se hace cargo de la imperiosa necesidad de renovar el Currículum Nacional y repriorizar los objetivos de enseñanza respondiendo preguntas tales como: ¿Cómo enseñar arte, para desarrollar el potencial creativo? ¿Cómo potenciar la investigación científica con el trabajo en equipo? ¿Cuál es el rol del o la profesora jefe para hacer de la sala de clases un lugar de convivencia y no de violencia ni agresión? ¿Cómo transformar la escuela en un lugar de entretención y no de aburrimiento? ¿Cómo enfrentar la historia y la filosofía para desarrollar el pensamiento crítico y no sólo memorizar frases y fechas?

En resumen, ¿cómo invitar y convocar desde la más temprana edad a niñas, niños y jóvenes a adentrarse en la hermosa y maravillosa aventura del conocimiento y de la socialización con sus pares y referentes educativos?

El presidente Gabriel Boric, en su discurso con ocasión del cambio de gabinete, interpeló al Ministro de Educación con las siguientes palabras: “Ministro Ávila, la reactivación educativa es prioridad. No podemos permitir que en nuestra patria haya niños sin matrícula, que están desertando o que tengan ausentismo grave. Los queremos de vuelta en las escuelas”.

El regreso a la escuela no es garantía de socialización, aprendizaje, entretención, bienestar ni entretención. Para ello se necesita una revisión profunda del sistema educativo.

Léenos en Google News

Notas relacionadas

Deja tu comentario

Lo más reciente

Más noticias de Opinión