En caída libre
¿Por qué esto es preocupante? La respuesta es bastante sencilla: la libertad económica es uno de los mejores predictores de calidad de vida, en el sentido de que las sociedades que más libres son, mejor salud, medioambiente, riqueza, democracia y superación de la pobreza tienen.
Juan Ignacio Alonso es director de Formación Económica de Fundación Chile Siempre
El pasado martes el centro de estudios canadiense “Fraser Institute” publicó el ranking “Economic Freedom of the world”, prestigioso índice que mide el grado en que las políticas e instituciones de los países apoyan la libertad económica.
Lo novedoso, más allá del hecho de que Chile cayó 6 puestos y se ubicó en el lugar 30 del mundo, es que esta constituye su tercera baja consecutiva y una baja de 23 puestos respecto al mejor ranking obtenido en 2010, año en que solo fuimos superados por Hong Kong, Singapur, Suiza, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Australia.
De las 5 áreas que se miden: tamaño de gobierno, estructura legal y derechos de propiedad, estabilidad de la moneda, libertad para el comercio internacional y regulación, la caída más abrupta la tuvimos en esta última, siendo aún más preocupante el hecho de que venimos cayendo en este sector consistentemente desde 2010, pasando del puesto 22 al 72 hoy en día. Como explica el Instituto, esto hace referencia a las regulaciones que limitan el derecho a intercambiar, obtener crédito, contratar, trabajar para quien uno desee u operar libremente su negocio. A medida que estos límites se multiplican, la libertad económica disminuye. En particular, para el caso de Chile, los deterioros se dan en salario mínimo, regulaciones a la contratación y despido, apertura de mercado, distorsiones en entorno para los negocios y créditos al sector privado, siendo este último en lo que más fuerte se cayó, pasando de una nota de 8.58 a 6.01 y explicado, lógicamente, por la fuerte alza de la TPM.
¿Por qué esto es preocupante? La respuesta es bastante sencilla: la libertad económica es uno de los mejores predictores de calidad de vida, en el sentido de que las sociedades que más libres son, mejor salud, medioambiente, riqueza, democracia y superación de la pobreza tienen.
Para satisfacer las diversas demandas sociales que han surgido en el último tiempo, es deber del gobierno tener una visión de estado y recuperar los pilares fundamentales que nos llevaron a ser el séptimo país más libre del mundo, lo cual se manifestó en una más que documentada disminución de la pobreza, aumento de la educación, acceso a servicios básicos, disminución del hacinamiento, caída de la desigualdad, acceso a la salud, aumento de la expectativa de vida, mayor movilidad social y, sobre todo, aumento de la satisfacción de vida.