COSENA: Boric contra Chile
Como ya se está haciendo costumbre, esto puede calificarse como una nueva voltereta política, pues hace tan solo un mes antes la Vocera Vallejo ya había señalado que el COSENA no era más que “una píldora, no una solución”.
Rodrigo Meléndez es investigador del programa de Política y Sociedad del Instituto Res Publica
El primer día de febrero, el Gobierno anunció que convocará a sesionar al Consejo de Seguridad Nacional (COSENA), integrado por el Presidente de la República, los Comandantes en Jefe de las FFAA, el General Director de Carabineros, los Presidentes de ambas cámaras del Congreso y el Contralor General, con motivo de escuchar “acerca de la mejor forma de implementación del proyecto de infraestructura crítica” como dijo el Presidente.
Como ya se está haciendo costumbre, esto puede calificarse como una nueva voltereta política, pues hace tan solo un mes antes la Vocera Vallejo ya había señalado que el COSENA no era más que “una píldora, no una solución”.
Esta nueva acrobacia significa, por un lado, que nuevamente la realidad y las necesidades de los chilenos son opuestas a la ideología con la que operan el Gobierno y los partidos de izquierda que lo apoyan. Michelle Bachelet, por ejemplo, jamás llamó a sesionar al COSENA en ninguno de sus dos mandatos, a pesar de que buena parte de la demanda de Bolivia ante La Haya transcurrió durante su mandato y de que Sebastián Piñera sí lo convocó en una situación similar bajo su administración.
Por lo tanto, si hoy un gobierno más propio de la extrema izquierda de lo que fue el de Bachelet lo convoca, parece ser obligación ante la presión pública del momento, pero no por una convicción de que es lo que se debe hacer para buscar una solución al problema de seguridad y orden público que mantienen con miedo e incertidumbre a todo el país.
Por otro lado, la voltereta es signo de que en el Gobierno no existe una verdadera voluntad de solucionar este grave problema. Si bien los miembros del COSENA pueden otorgar una opinión sobre un proyecto de ley que involucra directamente la participación de las FFAA en miras a la protección de la infraestructura crítica del país, más relevante sería obtener un pronunciamiento sobre el gravísimo estado en el que se encuentra la seguridad de los chilenos, la permeabilidad de nuestra frontera norte y la creciente oleada de crímenes violentos que alteran el normal funcionamiento del país.
Cuando el 74% de los chilenos, respaldado por un buen número de autoridades, señala estar de acuerdo con convocar el COSENA no es para obtener una mera opinión sobre un proyecto de ley, sino con la esperanza de se coordinen esfuerzos y se obtengan soluciones concretas para acabar con las causas que tienen por consecuencia un aumento de homicidios, robos con intimidación, violaciones a nuestras fronteras y otros actos de similar índole y gravedad.
Así, si el Presidente desea obtener la opinión de las FFAA sobre el proyecto de ley, puede realizar audiencias privadas con las distintas jefaturas o solicitar que sean invitados al Congreso Nacional para que nuestros representantes los escuchen. Pero no debe utilizar una instancia excepcional para simplemente difundir un proyecto y recibir feedback, que para ello está el Congreso Nacional.
La tozudez del gobierno en insistir en que será el proyecto de ley sobre infraestructura crítica el que solucionará el principal problema que atraviesa Chile es signo de un fanatismo ideológico mesiánico, pues quienes creen que pueden cambiar la realidad de la cosas en función de lo que predican, terminan chocando con lo que la inmensa mayoría de chilenos sostiene y desea; o, al menos, es muestra de la abismal distancia que hay entre La Moneda y real situación de Chile y la opinión de los chilenos sobre las medidas que deben tomarse para volver a vivir tranquilos y sin miedo.