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21 de Junio de 2024

Soberanía en el sur, caos en el norte: las prioridades de Boric

Mientras el Presidente se pone colorado (no digo “rojo” porque siempre lo ha sido) por unos paneles solares, en el norte nos dan samba y canuta y nadie se molesta en hacer algo.

Por José Carlos Meza
GOBIERNO DE ARGENTINA.
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José Carlos Meza

José Carlos Meza es diputado del Partido Republicano.

Hace unos días, fuimos testigos de lo que probablemente sea la mayor demostración de firmeza y determinación del Presidente de la República en cuanto a política internacional y resguardo de nuestra soberanía. En medio de la polémica por los paneles solares argentinos mal instalados en suelo chileno -en el sur del país-, el Presidente Boric fue tajante y exigió su retiro “o los sacamos nosotros”, aseveró.

¡Qué gallardía, qué despliegue de determinación… por unos paneles solares! Y es que el gobierno argentino reconoció el error y ya los retiró.

Seamos justos; desde el Partido Republicano reconocimos y felicitamos la acción del Mandatario en este incidente. Pero, no es eso lo que quiero resaltar, sino la evidente contradicción al comparar esta reacción con cómo ha manejado otros temas fronterizos en distintas regiones del país.

Viajemos mentalmente a Colchane. En febrero, el alcalde de la comuna estimaba que 400 personas ingresaban ilegalmente cada día, aprovechando la dejadez del Gobierno boliviano respecto del paso irregular por su territorio. Sumemos a esto que las reconducciones (es decir, devolver a alguien que ingresó ilegalmente al país del que vino) solo son aceptadas por Bolivia si los reconducidos son bolivianos.

Es la tormenta perfecta: entran diariamente 400 inmigrantes ilegales, de los cuales el 90% son venezolanos, según reconocen todas las autoridades de la zona en el Congreso. Por tanto, ninguno de esos 360 inmigrantes ilegales que no son bolivianos puede ser reconducido. Bolivia permite que ingresen ilegalmente por sus fronteras, que atraviesen su territorio hasta llegar a Chile, los deja pasar, pero cuando queremos devolverlos, nos dicen que no. Una burla.

Ahora vayamos más lejos, hasta Caracas. Allí, altos funcionarios del gobierno de Maduro han acusado a Chile de ser responsables del secuestro y asesinato del teniente Ronald Ojeda, tanto así que el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, ha sostenido durante semanas críticas a la institucionalidad chilena, a la investigación del Ministerio Público y a la seriedad de nuestras policías.

Y, por si fuera poco, el incombustible Diosdado Cabello ha dirigido sus dardos al propio Presidente chileno, señalando que “es incapaz de gobernar su país y va a venir a hablar de DD.HH. en Venezuela”. ¿Saben qué? Yo sí creo que Boric es incapaz de gobernar el país, pero no permitiría jamás que un político extranjero, miembro de uno de los gobiernos más corruptos y dictatoriales del globo, venga a criticarlo. Ese es un derecho que nos pertenece solo a los que podemos votar por él (o por su competencia, en mi caso).

¿Y qué ha dicho el presidente Boric sobre todos estos incidentes? Nada, silencio sepulcral. Lo nefasto acá es que quien calla, otorga. Mientras el Presidente se pone colorado (no digo “rojo” porque siempre lo ha sido) por unos paneles solares, en el norte nos dan samba y canuta y nadie se molesta en hacer algo.

Vivimos patas para arriba.

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