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23 de Agosto de 2024

Una solidaridad a medias

A pocos días de finalizado el debate que permitió el voto de los extranjeros en las próximas elecciones de octubre y que incluso se les cobrará una multa por no asistir a sufragar, resulta al menos, poco ético que una candidata se suba al escenario de un acto político y realice una arenga a los asistentes, sobre la protección que ella, y los candidatos que la acompañaban, le darán a los migrantes venezolanos.

Por Luis Escanilla Benavides
AGENCIA UNO/ARCHIVO
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Luis Escanilla Benavides

Luis Escanilla Benavides es Candidato PS a alcalde por Puente Alto

La participación de Karla Rubilar, candidata a la alcaldía de Puente Alto, el pasado sábado, en un acto donde miles de venezolanos radicados en Chile dieron por ganador a Edmundo González, claramente fue un acto político. La ex ministra, fue una de las oradoras, al tomar la palabra hizo referencia al ex presidente Piñera y aseguró a los presentes que cuentan con su apoyo. Rubilar no estaba sola, sobre el escenario estaban Mario Desbordes, candidato a la alcaldía de Santiago, y Francisco Orrego, candidato a Gobernador por la región Metropolitana, todos candidatos y militantes de Renovación Nacional.

A pocos días de finalizado el debate que permitió el voto de los extranjeros en las próximas elecciones de octubre y que incluso se les cobrará una multa por no asistir a sufragar, resulta al menos, poco ético que una candidata se suba al escenario de un acto político y realice una arenga a los asistentes, sobre la protección que ella, y los candidatos que la acompañaban, le darán a los migrantes venezolanos.

Nadie puede negar que las elecciones del pasado 28 de julio tenían llenos de esperanza a muchos venezolanos que viven en Chile. Pero los resultados oficiales eliminaron, para algunos, toda posibilidad de retornar a su país y sumieron a Venezuela en una profunda crisis política y económica.

El pueblo chileno sabe del apoyo internacional, lo vivimos en carne propia durante los 17 años de dictadura cívico- militar. Nadie podría dudar que quienes han tenido que migrar de Venezuela necesitan apoyo y solidaridad, pero hacer un punto político con aquella necesidad y ofrecer un apoyo que en muchos casos no llegará, resulta poco fraterno – por decirlo de alguna forma correcta-, un juego de la antigua y odiada política, donde los votos estaban por sobre las personas, sus necesidades y sueños.

Es un descaro que hoy la derecha esté llamando a los venezolanos a votar, cuando han sido los impulsores de expulsarlos. Hoy juegan con la necesidad de la gente y especialmente la de Puente Alto. Yo le diría a la candidata que no se esfuerce tanto, en nuestra comuna son menos de mil los venezolanos que pueden votar, pero son más de 600 mil puentealtinos los que esperan tener autoridades a la altura.

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