No más oportunidades a los reincidentes de siempre
Esta no es la primera vez que la mina Los Bronces y, particularmente, el depósito de Estériles Donoso son sancionados por la autoridad ambiental: en 2014 el organismo fiscalizador inició procesos por el escurrimiento de drenajes ácidos en el mismo depósito, por no generar monitoreos mensuales una vez constatado este problema y por no ejecutar una medida compensatoria por la pérdida de superficie de bosque nativo, entre otras; infracciones por las que Anglo American ya fue sancionada.
Hace algunos días la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) formuló cuatro cargos en contra de Anglo American Sur por incumplimientos a permisos ambientales asociados a la operación de su mina Los Bronces, ubicada en la precordillera de la Región Metropolitana.
La primera infracción se debe a la falta de una solución definitiva para drenajes ácidos en el depósito de Estériles Donoso (emplazado en la Región de Valparaíso, a 3.900 m.s.n.m.), reiterando incumplimientos sancionados ya en 2014, la que ha sido categorizada como gravísima; el segundo y tercer cargo (ambos “graves”) se refieren a la ausencia de un sistema de restitución para las aguas ácidas captadas aguas abajo del depósito y a la no implementación de medidas adicionales para el control de infiltraciones en el tranque de relaves Las Tórtolas (este último ubicado en Colina). En tanto, el cuarto cargo, categorizado como “leve”, es relativo a la falta de transmisión de datos en el plazo exigido por la SMA para la vigilancia ambiental.
Por estas infracciones, la compañía no sólo arriesga multas por hasta $17.000 millones, sino que también la posible revocación de su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) o la clausura de la operación.
Este nuevo proceso sancionatorio consta de fiscalizaciones entre los años 2019 y 2024, periodo en el que no se habrían implementado soluciones o mejoras. Una reciente declaración de la firma, citada por algunos medios de comunicación, asegura que “en octubre se ingresó un proyecto a evaluación ambiental para dar una solución definitiva a este tema, que ya cuenta con una medida transitoria para el control de aguas contactadas”, algo que llama la atención, pues ya han pasado más de 10 años desde que la SMA sancionara a Los Bronces por exactamente el mismo problema.
En efecto, esta no es la primera vez que la mina Los Bronces y, particularmente, el depósito de Estériles Donoso son sancionados por la autoridad ambiental: en 2014 el organismo fiscalizador inició procesos por el escurrimiento de drenajes ácidos en el mismo depósito, por no generar monitoreos mensuales una vez constatado este problema y por no ejecutar una medida compensatoria por la pérdida de superficie de bosque nativo, entre otras; infracciones por las que Anglo American ya fue sancionada.
Este nuevo proceso de cargos, da cuenta de la prolongada historia de incumplimientos ambientales en el Depósito de Estériles Donoso, y evidencia un inaceptable patrón de negligencia por parte del titular. Desde el primer proceso sancionatorio en 2014 (y con antecedentes que abarcan casi dos décadas, porque ya ese año se evidenciaron 9 años de incumplimientos), se han constatado graves fallas, como la persistente generación de drenajes ácidos y la omisión en la implementación de medidas de mitigación, acciones que han provocado daños irreparables a un ecosistema que ya es vulnerable.
Esta forma de operar no solo es insostenible, sino también incompatible con los estándares mínimos de protección ambiental. Considerando el actuar de esta empresa es que resulta fundamental rechazar la expansión proyectada de Los Bronces Integrado, un proyecto que amenaza con generar impactos significativos en los glaciares, agua, calidad del aire y biodiversidad.
Si con las operaciones actuales el titular ha demostrado su incapacidad para cumplir con las normativas ambientales más básicas, no existen garantías de que pueda gestionar de manera responsable un proyecto de mayor envergadura. Es por ello que hacemos un llamado urgente a no dar nuevas oportunidades a empresas que -ya sea desde la minería u otras industrias- nos demuestran su nulo interés por cuidar nuestros ecosistemas, un desprecio total por las reglas establecidas por las autoridades competentes y una desfachatada reincidencia en las infracciones cometidas. Basta ya de impunidad.