“Sólo sé que nada sé”
Imagino a Sócrates, desde el Palacio Pereira, siendo escuchado por unos atentos y solícitos convencionales: El ignorante cree saberlo todo, cree tener la razón e, incluso, es desconocedor de su propia ignorancia. El sabio reconoce que hay mucho que aprender de los otros y del entorno, si desea ampliar sus conocimientos y ganar nuevas perspectivas sobre un tema.
Señor director:
No sólo a algunos convencionales, quizás a todos, qué bien les vendría recordar y asociar a su cometido la famosa frase de Sócrates: “Sólo sé que nada sé… y aún eso no lo sé”, en la que expresa que es consciente de su propia ignorancia y en la que queda reflejada que la sabiduría procede precisamente del reconocimiento de la ignorancia. Así Sócrates no se consideraba como portador del saber, sino como alguien con la voluntad de aprender cada día más.
Imagino a Sócrates, desde el Palacio Pereira, siendo escuchado por unos atentos y solícitos convencionales: “El ignorante cree saberlo todo, cree tener la razón e, incluso, es desconocedor de su propia ignorancia. El sabio reconoce que hay mucho que aprender de los otros y del entorno, si desea ampliar sus conocimientos y ganar nuevas perspectivas sobre un tema”. Palabras de este filósofo clásico griego, considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal.
Aníbal Wilson