Es urgente hablar de maternidad
Señor director,
La última encuesta Casen reveló que la pobreza en la población de los niños y niñas de entre 0 y 3 años es la más alta del país, seguida por la de las madres de hogares en los que la corresponsabilidad se ve más debilitada. Es evidente, entonces, la relación que existe entre las condiciones en que la mujer ejerce su maternidad y las oportunidades de desarrollo para ella y sus hijos. Si bien en los sectores más vulnerables se hace más evidente, la transversalidad del fenómeno es innegable. En nuestro país, miles de madres enfrentan situaciones materiales y emocionales que obstaculizan su acceso a posibilidades de desarrollo e integración social y económica, lo que repercute no sólo en ellas, sino que también en los niños de hoy, adultos del mañana.
Seguir pensando que la maternidad es sólo un asunto de la mujer es un error que estamos pagando muy caro como sociedad. Efectivamente, es una experiencia personal de las mujeres, pero posee un gran impacto social que trasciende el ámbito de lo privado. Hablar de maternidad es hablar de desarrollo, de oportunidades, de humanidad. Es responsabilidad de todos generar propuestas para que deje de ser motivo de angustia, desigualdad o empobrecimiento.
Si hablamos de maternidad con sentido de urgencia y la situamos en el centro del debate público, lograremos movilizar a legisladores y tomadores de decisiones en favor de su protección y fortalecimiento, reconociéndola como el bien social y agente de desarrollo que es. De esta manera, ya no será la maternidad la que se ajuste a la oferta laboral y al sistema de apoyo al cuidado, sino que estos se organizarán en función de ella, evitando cualquier discriminación que afecte el desarrollo de la mujer y los niños/as, nuestro futuro. Esto, es urgente.
Virginia Latorre,
directora de Fundación Emma