La educación como llave de acceso a otros derechos
La primera infancia —entre 0 y 6 años— es conocida como la primera “ventana de oportunidad” que tienen niñas y niños para alcanzar su pleno desarrollo. En ello, la educación inicial de calidad ha demostrado ser fundamental. Las brechas que se generen, por ejemplo por inasistencia, pueden afectarles de manera irreversible, ya que dejan de adquirir herramientas de socialización, de desarrollo socioemocional y ven afectada su la capacidad de adquirir nuevos conocimientos a futuro.
Es por esto que vemos con preocupación las cifras entregadas por la Subsecretaría de Educación Parvularia. Estas dan cuenta de que, durante el primer semestre de 2022, el 64% de las niñas y niños que están en prekínder y kinder presentaron inasistencia grave. Es decir, menos de un 85% de asistencia, la que además, es casi el doble de la de un año normal.
De hecho, este grupo etario es el que tiene un mayor porcentaje de inasistencia (64%) —en estos primeros meses del año—, si lo comparamos con el ciclo de educación básica (37%) y con el de media (33%). Es decir, tres de cada cinco niñas y niños, que están en prekínder y kinder, no estarían accediendo a las oportunidades de aprendizaje que son fundamentales para alcanzar su pleno desarrollo. Por otro lado, sabemos que el ausentismo escolar se encuentra relacionado directamente con la deserción escolar futura, que impide el desarrollo integral, cierra posibilidades de movilidad social y perpetúa la pobreza.
Como fundación que trabaja hace 10 años a favor de la niñez en Chile, instamos a la sociedad a no olvidar que la educación es un derecho humano intrínseco y una “llave” de acceso a otros derechos, que habilita a las personas para participar en la sociedad, acceder a otros derechos, y desarrollar todo su potencial. Necesitamos recuperar con urgencia el ritmo de aprendizaje previo a la pandemia, y volver a instalar en la conciencia y en el corazón de cada familia de Chile la confianza en que los esfuerzos en educación tendrán resultados positivos en la vida de niñas y niños y en la sociedad en general, que requiere una ciudadanía para enfrentar los desafíos del futuro.
Arturo Celedón
Director ejecutivo
Fundación Colunga