Gobierno se querellará en caso Tohá y ya habla de "acción de terceros"
Tras décadas de versión oficial que decía que en la muerte del ex ministro de Salvador Allende, José Tohá se debía a un suicidio, esta semana han comenzado a cobrar cuerpo antecedentes que dirían todo lo contrario. Después de la decisión de la Corte de Apelaciones de Santiago de ordenar la exhumación de los restos y la reconstitución del fallecimiento en el ex Hospital Militar, ahora es el turno del Gobierno.
Tras décadas de versión oficial que decía que en la muerte del ex ministro de Salvador Allende, José Tohá se debía a un suicidio, esta semana han comenzado a cobrar cuerpo antecedentes que dirían todo lo contrario. Después de la decisión de la Corte de Apelaciones de Santiago de ordenar la exhumación de los restos y la reconstitución del fallecimiento en el ex Hospital Militar, ahora es el turno del Gobierno.
Ministro (s) del Interior, Rodrigo Ubilla, afirmó que “estaríamos en presencia de una situación que ya no es una muerte natural”.
Este, a través del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior ha decido presentar una querella contra quienes resulten responsables por la muerte del ex personero.
La información fue dada a conocer por el ministro del Interior (s), Rodrigo Ubilla, quien explicó que la medida se tomó “a la luz de los antecedentes recopilados en los últimos días”.
Especificó que se trata de una iniciativa que tiene el valor de poner “a disposición de la investigación los abogados nuestros del Programa, para que puedan así, ojalá a la brevedad, tener claridad respecto a este asunto”.
Asimismo agregó que “la información que hoy día se dispone, sobre todo a partir de los peritajes que se han hecho los últimos días, aparentemente llevarían a la conclusión de que esto (la muerte de Tohá) se debería a acciones de terceros, lo que significa que estaríamos en presencia de una situación que ya no es una muerte natural”.
De hecho, un informe efectuado por un experto independiente habría revelado que el ex funcionario no se habría suicidado como siempre sostuvo la dictadura, sino que habría sido asesinado por asfixia. Específicamente, por estrangulamiento manual.
De todos modos, Ubilla hizo ver que es “relevante contextualizar” el hecho, pues se trataba de “una persona que estaba en una situación de bastante fragilidad, una persona enferma”.