Izurieta: el gran damnificado en la renuncia forzada de Ravinet

Ravinet llegó a las 10 de la mañana al ministerio de Defensa para afinar los detalles de su salida definitiva del gabinete del Presidente Sebastián Piñera. A esa hora se reunió en  el piso 20 del edificio de Villavicencio con quien será su suplente, el hasta ahora ex subsecretario para las Fuerzas Armadas, Alfonso Vargas.

 

Cuatro pisos más abajo, el subsecretario de Defensa, Oscar Izurieta era testigo mudo de los movimientos en el gabinete. Una de las mayores interrogantes que dejó en el aire la decisión del Presidente Piñera de alejar del ministerio a Ravinet fue la determinación de poner en el cargo al ex diputado de Renovación Nacional, aunque el artículo 8 del Estatuto Orgánico del Ministerio de la Defensa Nacional señala que “en caso de ausencia o inhabilidad el Ministro de Defensa Nacional será subrogado por el Subsecretario de Defensa”.

 

“He sido nombrado como ministro suplente que es distinto al ministro subrogante, porque el subrogante subroga a la persona. He sido nombrado como ministro suplente y por eso he agradecido la confianza del Presidente de la República que me ha dispensado para estar hoy día ejerciendo el cargo de ministro”, dijo hoy Vargas en su primera cita con la prensa en calidad de ministro, agregando que le gustaría ser ratificado en el cargo.

Cuestionamientos

 

Fuentes oficialistas sostienen que uno de los argumentos para haber dejado a Izurieta fuera de la carrera fue que el Ejecutivo prefirió evitar el costo político de privilegiar a un ex Comandante en Jefe del Ejército, poniéndolo en el gabinete. Asimismo, en Palacio no cayó bien la defensa pública que el ex uniformado le ofreció a Ravinet a propósito del informe que este último entregó al Consejo de Transparencia, en que negó información sobre la construcción de un puente del Ejercito bajo el argumento de que la violación del secreto militar desincentivaría a las FF.AA a ayudar a la población civil en caso de catástrofe. 

 

Izurieta también quedó en la mira del gobierno frente a las objeciones de la Contraloría por la compra de un lujosa vivienda para el jefe del Estado Mayor Conjunto, Cristián Le Dantec, cuyo costo alcanzaba los 534 millones de pesos. “Esta es una materia que vamos a analizar en su mérito.  Hay un informe de Contraloría que es desfavorable y hay una situación que, quiero decirlo con todas sus letras, es impresentable“, planteó hoy Vargas desmarcandose de inmediado del asunto.

 

“El nombramiento de Izurieta me pareció muy malo. Ya era una mala señal que el jefe de gabinete del ministro sea un ex Comandante en Jefe. Me parece muy bien que se haya alterado el orden de la subrogancia”, sostiene el diputado DC Jorge Burgos, integrante de la comisión de Defensa de la Cámara Baja. “El ministerio de Defensa no es una hijuela de los militares”, agrega.

 

A su turno, el diputado Patricio Hales (PPD) también respaldó la decisión de marginar a Izurieta, señalando que ya su nombramiento como subsecretario
“abrió el peligroso precedente de que la política tendría derecho a comenzar a hacer prooselitismo y la busqueda de adhesiones y participon polítca dentro de los cuarteles”.

 

El diputado Alberto Cardemil, en tanto, sostiene que la decisión del mandatario de debe exclusivamente al perfil más político de Vargas y defendió la labor de Izurieta. “Oscar ha venido a hacer una tarea a largo plazo. Si alguien plantea que es un gallito, yo digo que no es así”, afirma al referirse a una eventual rivalidad entre el ahora titular de Defensa y el ex unifomado.