Todo bien con la marihuana (mientras no la fumen mis empleados)
Un estudio realizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Universidad Central, sobre “qué piensan los chilenos respecto al consumo de marihuana”, determinó que las personas muestran mayor aceptación respecto de la droga: un 72% aprueba que la gente fume. Sin embargo, algunos prejuicios se mantienen: el 80% de los encuestados no contrataría a alguien que la consumiera, y un 62% muestra conformidad con que sea considerada como una droga dura.
Un estudio realizado por el Centro de Estudios Sociales y de
Opinión Pública (CESOP) de la Universidad Central, sobre “qué piensan los chilenos respecto al consumo de
marihuana”, determinó que las personas muestran mayor aceptación respecto de la droga: un 72% aprueba que la gente fume. Sin embargo, algunos prejuicios se mantienen: el 80% de los encuestados no contrataría a alguien que la consumiera, y un 62% muestra conformidad con que sea considerada como una droga dura.
Para el italiano Remo Pompei, Director de Desarrollo de la Fundación Paréntesis y Magíster en drogodependencia de la U. Central, además de ser uno de los colaboradores de la publicación, la marihuana no te hace ni mal ni bien. “No
es como le gente cree, que no te hace nada. Por supuesto que sí. Todo tipo de
consumo puede acarrear riesgos. Decir que no produce daños no es posible, pero
definitivamente hay otras drogas que son peores”.
Hace tres años, la Corporación Nacional de Control de Estupefacientes (Conace) decidió cambiar la catalogación de la sustancia, promoviéndola a un rango más alto (ley 20.000) en lo que daño se refiere. “Antes estaba en dos, y ahora está en la lista uno.
Esto aumenta la sanción y castigo (…) pareciera no haber razones científicas
que justifican este cambio. Está al mismo nivel de la heroína y la morfina”,
comenta Pompei.
Estigmatización a los consumidores
La encuesta también definió que las personas creen que el 75% de quienes consumen marihuana -al menos una vez por semana- presentan
bajo rendimiento académico. “Claramente no todas las personas son iguales. Hay
consumidores frecuentes que no se vuelven tontos, hay mucho de mito, pero sí
presentan pérdida de memoria a corto plazo. Eso no los hace más peligrosos, ni
dañinos para la sociedad. No necesariamente el consumo te hace cometer delitos, ni te vuelve torpe ”,
argumenta.
Para él, los medios, los políticos y los poderes fácticos en
su totalidad han ayudado a crear una imagen errónea sobre los consumidores. “Se
les define como con algún defecto moral y se dice que no pueden manejar sus
impulsos, que no son confiables, pero esto no es así. Por eso se explica ese
gran porcentaje de inseguridad que tienen sobre ellos”.
Los jóvenes y sus –bajos- temores
Se sabe que a menor edad, menor es la concepción del riesgo. Se
entiende entonces que las personas jóvenes ven la marihuana como algo poco
dañino, a diferencia de lo que pasa con la mayoría de los adultos, que asumen
es algo en extremo perjudicial.
Respecto a lo anterior, Remo Pompei tiene una
teoría: “Desde el mundo de los adultos hemos cometido un error al elevar el
ranking en la peligrosidad de la marihuana. Esto ha hecho que los jóvenes nos perciban
como exagerados y perdemos credibilidad frente a ellos, porque saben, por su
experiencia diaria, que no es tan persuasiva como se le hace ver”.