Las seis razones del poder de Van Rysselberghe

Pocos políticos han acumulado tantos titulares -y tantos días seguidos- como Jacqueline Van Rysselberghe en los últimos meses. Pero su declaración de que había “inventado una historia” paraobtener más subsidios habitacionales en Concepción  -poniendo en entredicho un tema tan sensible como la reconstrucción- hizo estallar a sus opositores, y la campaña para que renuncie a la Intendencia del Bío Bío la llevó incluso a ser trending topic en la versión local de Twitter.

En el mismo oficialismo se aseguraba que por mucho menos -ver el caso de Ximena Ossandón- se había pedido la renuncia a ciertos personeros.  Pero aún así, el Presidente Sebastián Piñera la mantiene en su cargo.

¿El motivo? Desde la misma Coalición, se admite que el mandatario sabe que destituir a Van Rysselberghe no es fácil. No sólo si quiere evitar más conflictos con la UDI, sino también porque perder una de las mayores máquinas electorales del sector sale demasiado caro. Pero hay más.

1. Tiene “llegada popular”: Ésa es la manera en la que describen en la UDI su cercanía al electorado, que la favoreció ascendentemente en la Región del Bío Bío desde 1992. Concejala por dos periodos consecutivos y alcaldesa por tres, Van Rysselberghe logró en estas últimas siempre superar con creces el 50% por ciento de la votación, llegando incluso, en la última, a casi un 64% de los sugrafios. Su más cercano competidor socialista en la última carrera alcaldicia apenas llegó al 28%. Esa hazaña o capital político cualquier aliancista se lo quisiera en una región, de gran tradición de izquierda. Como explica Iván Moreira, la intendenta es la única en ese sector que “se maneja bien en el mundo popular”.

Algo que quedó más que en evidencia tras el terremoto, cuando se alzó como la más combativa figura de la entonces oposición cuando en su zona cundía el desgobierno. Mientras en Santiago tardaban en tomar las decisiones, ella se presentaba como una autoridad en terreno, protegida con un cortavientos amarillo, que con un megáfono en mano dejaba en evidencia las carencias de la ciudad. De ahí a la Intendencia, el paso fue más que natural. 

2. Tiene un récord aliancista en la región: Nadie que ostente el cargo de arrancarle de las manos una alcaldía a la Concertación, una histórica como la de Concepción, puede quedar sin cierta inmunidad. Eso le pasó a Van Rysselberghe. O eso logró tras ocho años como concejala: el 2000, 58.361 personas la eligieron alcaldesa, y el 2008, 1.500 personas más la revalidaron en el cargo. Por tercera vez.

Fue la primera aliancista en tener ese récord, cinco elecciones seguidas en Bío Bío. Esa popularidad no sólo es una puerta de entrada para otros candidatos bajo su alero, sino la mejor carta de presentación de cara a las próximas senatoriales.

3. Está protegida por los “coroneles”: Ya sea por afinidades personales o por olfato político es reconocido que el grupo más poderoso dentre del gremialismo, los “coroneles” tiende a respaldar -hasta el momento- a la intendenta. Tiene buena llegada con el presidente de la tienda, Juan Antonio Coloma, a pesar de haberse transformado en una fuente de conflictos en el Bío Bio por sus tirantes relaciones con RN regional. 

Mientras desde la tienda de calle Suecia reconocen “respeto y reconocimiento del trabajo de Jacqueline” por parte de Coloma y el senador Jovino Novoa, en RN son más tajantes: “Históricamente ha sido de las duras del partido, por eso la respaldan”. En la Concertación, inclusive, hablan de Van  Rysselberghe como “la niña mimada” de Novoa,  Coloma y el senador Pablo Longueira.

4. Tiene una red transversal de contactos: Debe ser uno de los militantes de la UDI más dispuesto a relacionarse con concertacionistas… Eso, con tal de que su candidato en las presidenciales le ganara al de RN. “Odiaba tanto a Sebastián Piñera -explica una fuente DC-, que para las elecciones en que compitieron Piñera y Lavín (2005), armó contactos en la Concertación. Y después, esos puentes tendidos sirvieron para todos en el partido”. Entre esos contactos, según la misma fuente, estaban los consejeros regionales y el senador DC Hosain Sabag.

5. Es una -o la única- carta parlamentaria en la región: Sólo Van Rysselberghe puede candidatearse para romper la casi hegemonía de la Concertación en el Bío Bío -de los cuatro parlamentarios que se sientan en Valparaíso, sólo uno es aliancista- y lograrlo. O al menos, es la opficialista con más posibilidades, considerando incluso que el senador Víctor Pérez se candiadatee por esa zona. Moreira dice que “no hay dudas” de que ella es una futura candidata al Congreso, y fuentes concertacionistas explican que “su votación es personal; no ha logrado traspasarla a las parlamentarias”. 

Sea como fuere, nada más conocerse la denuncia del senador del MAS, Alejandro Navarro, muchos apuntaron que la emblemática figura de la izquierda en la zona no sólo buscaría poner en evidencia una supuesta irregularidad sino también intentar dejar fuera de combate a quien tiene todas las credenciales para transformarse en una de las opciones de la derecha para el Senado.

6. Piñera “le tiene miedo”: Quizás “miedo” sea una emoción demasiado fuerte. Es la palabra que usa un militante de RN para explicar por qué Piñera la nombró como intendenta y por qué -aún- no la destituye del cargo: “si no, hubiera sido la peor enemiga como alcaldesa de Concepción. Al mes le habría tenido la escoba, con la ciudad llena de banderas negras, y habría sido la líder de la oposición por el tema de la reconstrucción”. Y por más que suene exagerado, darle más vitrina a alguien que es considerada como una presidenciable en su partido -con un manejo estricto de la máquina de su partido en la región-, no formaría parte del mapa de ruta de Palacio… por ahora.