Secciones El Dínamo

cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad
17 de Febrero de 2011

Jonathan Franklin: "Si un minero hubiera muerto, se lo habrían comido"

Con el lanzamiento de su libro “33 Men: Inside the Miraculous Survival and Dramatic Rescue of the Chilean Miners”, el periodista norteamericano Jonathan Franklin levantó una polvareda.

Por Francisco Valenzuela Huerta
Compartir

Con el lanzamiento de su libro “33 Men: Inside the Miraculous Survival and Dramatic Rescue of the Chilean Miners”, el periodista norteamericano Jonathan Franklin levantó una polvareda. No sólo dejó entrever que durante los días de encierro en la mina San José hubo consumo de marihuana y que se pensó en el canibalismo, sino que además puso en una incómoda situación al gobierno al sostener que “mil millones de espectadores en el mundo fueron engañados”, pues la histórica transmisión del rescate en un momento se cortó y se pusieron imágenes de apoyo.

 

En conversación con El Dínamo desde Nueva York, el periodista dice que su libro no busca el sensacionalismo, sino que es un tributo a la dignidad y al honor de los mineros de Atacama. E insiste en la veracidad de cada punto de su publicación.

 

Usted ha dicho que el libro trata de la dignidad y el honor de los mineros. ¿Qué episodio le conmovió especialmente?

Los mineros se mantuvieron unidos. Incluso cuando hubo peleas o discusiones, cada día ellos realizaban una reunión grupal, donde votaban sobre decisiones importantes y esto representa lo mejor de la humanidad. A menudo pensamos que la gente actúa como animales cuando se encuentra en situaciones difíciles o peligrosas. Este no es el caso. Estos hombres lucharon por su unidad.

 

Tras el rescate los mineros se han transformado en personalidades públicas,  ¿qué opinión le merece que se hayan convertido en un producto mediático?

Ha habido una cobertura tremenda de los mineros, pero esto es porque el mundo está hambriento de esperanza. El mundo quiere héroes. El mundo quiere ver noticias positivas, por lo que esto debería ser un mensaje para los medios, que no siempre es necesario cubrir sangre y guerras.

 

En Chile ha habido un interés particular porque en su libro sostiene que hubo consumo de marihuana durante el encierro, ¿cómo debiéramos evaluar este hecho?

Mi libro no dice que usaron marihuana. Mi libro dice que un minero sospecha que ellos estaban fumándose un pito. No creo que sea un factor importante. Incluso habría sido normal que estos hombres estresados hubieran buscado relajación fumándose un “cuete”.

 

El uso de marihuana demuestra una falta de control de las autoridades…

Era imposible saber qué se estaba enviando abajo. Imagina que si un miembro de la familia enviaba un par de calcetines, fácilmente podrían haber escondido un par de pastillas o chocolates. Las autoridades estaban más interesadas en asegurar que las comunicaciones entre ellos y sus familias fueran eficientes y a tiempo. Si algún miembro de sus familias hubiera querido entregarles contrabando, el gobierno no podría haber hecho mucho, ¡incluso si hubieran querido!

 

¿Quién crees que sacó la mejor parte de esta tragedia?

Chile como nación. Creo que a menudo Chile no se da cuenta cuán especial es como nación. Yo soy de los Estados Unidos y vivo en Chile porque quiero que mis hijos crezcan aquí. Muchos chilenos me preguntan “¿Te gusta más Chile que EEUU?”, yo digo que por supuesto. Soy más “pro-chileno” que muchas otras personas, porque he viajado por el mundo. Este fue un triunfo para Chile, una nación que no se enorgullece lo suficiente de sus logros.

 

A pesar de que el libro no se enfoca en el canibalismo, ¿Era un tema importante entre los mineros mientras estaban bajo tierra?

Por supuesto. Estos hombres estaban comiendo todo lo que podían mientras estaban dentro de la mina. Un minero comía cáscaras de naranja. Otro bebía su propia orina. Si un minero hubiera muerto, estoy seguro de que se lo habrían comido, porque se estaban muriendo de hambre. Eso es muy obvio y pasaría en una mina, en un bote o en Los Andes.

 

¿Cómo fue el episodio donde recuerda que la trasmisión de televisión se interrumpió? Reynaldo Sepúlveda, quien estaba a cargo de la señal, lo ha negado.

Me dijo Pedro Gallo, técnico de video y teléfono, que él personalmente usó un registro antiguo para rellenar, mientras la señal regular estaba cortada. El cable de fibra óptica que estaba conectado con la cámara al fondo de la mina fue cortado por una avalancha, justo cuando Omar Reygadas estaba siendo sacado. El gobierno y Sepúlveda todavía tenían otras seis cámaras en vivo. Quizás ni siquiera Sepúlveda supo que Gallo usó imágenes viejas. Le preguntaría lo siguiente a Sepúlveda: ¿Por cuánto tiempo se perdió la señal al fondo de la mina? ¿Se perdió por una avalancha? ¿Fue posible que un registro viejo, de algunas horas antes, se hubiera puesto en vivo, como insiste Pedro Gallo?.

 

Si el libro no habla de suicidio, ¿Es verdad que lo consideraron una opción de todos modos?

Mi libro no habla de suicidio, porque sólo supe de esto después de que mi libro se terminó. Lo que puedes ver, por ejemplo, en el bueno libro de Andrew Chernin es que se habla de suicidio. También ves a Víctor Zamora hablar de eso en la televisión estadounidense. Ambos son fuentes sumamente fuertes. Chernin es un gran reportero. Víctor estuvo allá abajo. Entonces si ellos dos dicen que los hombres hablaron de suicidio, suena bastante obvio que es un tema.

Léenos en Google News

Temas relevantes

#33 mineros

Notas relacionadas

Deja tu comentario

Lo más reciente

Más noticias de País