El momento más complejo del ministro Larraín
“¿Y la ministra del Trabajo no vino?”, preguntaba con sorna el diputado DC Pablo Lorenzini al comienzo de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados esta semana, a donde frecuentemente asiste el titular de la cartera Felipe Larraín.
“¿Y la ministra del Trabajo no vino?”, preguntaba con sorna el diputado DC Pablo Lorenzini al comienzo de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados esta semana, a donde frecuentemente asiste el titular de la cartera Felipe Larraín. La broma del parlamentario ponía el dedo en la llaga, tras el revés que el ministro sufrió a manos de la titular de Trabajo, Evelyn Matthei, que en una inusitada alianza con su par del Sernam, Carolina Schmidt, convenció al Presidente Sebastián Piñera de que la mejor forma de enfrentar el proyecto de post natal, era estableciendo el permiso de natalidad en seis meses, una posición infinitamente menos flexible y más expansiva en el gasto de la que apostaba Larraín.
El postnatal fue un primer enfrentamiento. Y el marcador quedó a favor de la ex senadora de la UDI. Pero, tanto al interior del oficialismo como en la oposición visualizan varios conflictos ad portas para el ministro de Hacienda. Y es que el escenario para Larraín habría supuesto un vuelco después del 16 de enero, cuando el presidente Sebastián Piñera optó por la fórmula de un gabinete con varios presidenciables.
Evelyn Matthei, Andrés Allamand, Rodrigo Hinzpeter, Laurence Golborne y Joaquín Lavín hoy están en carrera. Y no hay camino al sillón presidencial que no necesite despegue en las encuestas, una lógica que ciertamente no comulga con la férrea defensa del gasto fiscal del ministro Felipe Larraín. Tal como dice un miembro oficialista de la comisión de Hacienda- hoy “este gobierno está con ganas de recibir aplausos”. Además, dice un ex colaborador del otrora ministro Andrés Velasco, “Larraín está en la obligación de darle financiamiento a un programa de gobierno muy gastador. Y donde la figura central es el Presidente”.
Los conflictos que se vienen
En enero, y con tono bastante sombrío el senador socialista Camilo Escalona advertía que la proliferación de presidenciables en el gabinete provocaría “una convivencia interna infernal”. En rigor aún no llegan a ese punto, pero fuentes de la UDI y RN sostienen que el episodio postnatal es solo la antesala de una lista de conflictos que se vienen para Larraín con Matthei y los demás aspirantes al sillón presidencial.
Los parlamentarios de las comisiones de Hacienda del Senado y de la Cámara aun tienen frescas las declaraciones de la entonces senadora Matthei, cuando afirmaba con convicción que “bajo su cadáver” se aprobaría una extensión del postnatal del estilo que esta semana ella misma anunció”. “Se dio una vuelta de campana monumental, que solo se explica porque ahora tiene aspiraciones”, dice un senador de oposición. En la misma línea un miembro oficialista de la comisión de Hacienda señala que la ministra seguirá el mismo patrón para abordar los proyecto de eliminación del 7% de los jubilados, el proyecto de eliminación del multirut, las reformas laborales. Y lo mismo advierten respecto del proyecto de reforma a la Ley Reservada del Cobre en cual – advierten se le meterá por el lado Andrés Allamand, de Defensa. “Aquí todos moverán sus fichas para lucirse y el único perjudicado será Larraín”, dice un personero de la Concertación.
De hecho, Larraín ya está sintiendo la presión por la entrega del Bono Marzo, sobre el cual sentenció a los parlamentarios de oposición y del oficialismo que no existe ninguna posibilidad, pues significa un costo para el Estado demasiado alto. Aun así, apenas iniciadas las sesiones del Congreso varios diputados de gobierno pusieron su firma en un proyecto de acuerdo tendiente a solicitar que se reestablezca el beneficio. Sin embargo, tras varias llamadas desde Hacienda quitaron su rúbrica de la iniciativa.
El poder de Larraín
Pese a que este no es el mejor escenario para el ministro de Hacienda, desde la propia oposición destacan las condiciones técnicas de su equipo y personeros como el senador DC, Andrés Zaldívar –con quien ha negociado temas como el Royalty, la ley de Donaciones y el Presupuesto– sostienen que el ministro se ha movido con bastante capacidad. Asimismo, una fuente cercana a la Presidencia asegura que Larrain es “uno de los ministros con mayor manejo político”, labor que se ha visto reforzada por la presencia del ex diputado UDI, Rodrigo Alvarez en la subsecretaria de Hacienda.
Zaldívar, sin embargo, sostiene que el episodio del postnatal evidenció un giro preocupante del rol que cumple el Ministerio de Hacienda como institución. “Es malo para el país y para la economía chilena que aparezca la imagen de un ministerio de Hacienda debilitado y superado por una cartera sectorial”, dice.
En la misma línea se pronuncia el diputado Pablo Lorenzini. “El ministro de Hacienda siempre ha sido el segundo hombre del gobierno y está bien que eso sea así. Pero hoy tiene un contrapeso potente en Trabajo, porque – a diferencia de sus antecesores– la ministra Matthei tiene peso político y un amplio manejo económico”, sostiene. “Ciertamente hay un hecho nuevo que tiene que ver con la presencia de una ministra del trabajo empoderada y que le ha dado peso político a esa cartera, agrega el UDI, Javier Macaya.
Otra fuente de oposición señala que Larraín aun transita del todo de la academia a las lides políticas y esa es la razón de fondo que lo ha arrinconado en las últimas negociaciones. Un bache que debió superar también Andrés Velasco al inicio del gobierno de Bachelet. La diferencia – dicen , sin embargo- es que el ex jefe de las finanzas aterrizó en el gobierno con un equipo con bastante más trayectoria política, que encabezaba el jefe de la Dirección de Presupuesto, Alberto Arenas .
Esa visión, no obstante, es morigerada desde La Moneda, desde donde sostienen que es un error tratar de comparar las gestiones de Velasco y Larraín en el ministerio de Hacienda, pues Piñera y Bachelet difieren sustancialmente en sus estilos de gobernar y en conocimientos técnicos en el área económica. Además – agrega la misma fuente- “es injusto que aplique la caricatura de un Larraín sometido a las decisiones del mandatario, porque esa es una constante para todos los miembros del gabinete, ya que Piñera tiende a abarcar todos los temas”. “Estábamos acostumbrados a ver otros gobiernos donde los ministros de Hacienda roncaban. Esto va a seguir ocurriendo y debemos acostumbrarnos”, añade el diputado RN Joaquín Godoy, miembro de la comisión de Hacienda de la Cámara.