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5 de Marzo de 2011

Rodolfo Carter, el concejal de La Florida que divide a la UDI

La renuncia de Jorge Gajardo a la alcaldía de La Florida tiene varios absolutos. "Un cuadro de estrés y de presión que vengo sobrellevando por largo tiempo”, como explicó el comunicado. Los problemas de salud que lo forzaban a renunciar, siempre serán motivo suficiente, y nadie se atrevería a juzgarlo por eso -al menos públicamente. Todos los funcionarios municipales, por el contrario, lamentaron su salida, y la máquina para definir a su suplente se echó a andar más rápido que nunca.

 

Por Francisco Valenzuela Huerta
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La renuncia de Jorge Gajardo a la alcaldía de La Florida tiene varios absolutos. “Un cuadro de estrés y de presión que vengo sobrellevando por largo tiempo”, como explicó el comunicado. Los problemas de salud que lo forzaban a renunciar, siempre serán motivo suficiente, y nadie se atrevería a juzgarlo por eso -al menos públicamente. Todos los funcionarios municipales, por el contrario, lamentaron su salida, y la máquina para definir a su suplente se echó a andar más rápido que nunca.

 

Pero el sucesor más evidente de Gajardo, el concejal UDI Rodolfo Carter, divide al gremialismo. Genera bandos. En la sede de avenida Suecia lo aman y lo odian, o, en términos prácticos, lo consideran un estorbo y una ventaja. El senador Andrés Chadwick, por ejemplo, interrumpió su paso por Israel -acompaña al Presidente en su gira por Medio Oriente- para llamarlo y felicitarlo. Su par Pablo Longueira también se contactó con Carter. Pero, al mismo tiempo, parlamentarios advertían al timonel gremialista, Juan Antonio Coloma, que su nominación sería polémica.

 

La palabra que mejor define a Carter en el escenario político es “controvertido”. Aunque también suena la idea de que “es de clase media”, como explica su popularidad la concejala de La Granja Alejandra Parra. Y eso, en un partido con apellido “popular”, siempre viene bien. “Él conoce la realidad de la clase media. Es un tipo esforzado, que le fue bien en la universidad, que se ha hecho cargo de su familia”, asegura.

 

Oriundo de La Florida y educado en el Liceo Salesiano Camilo Ortúzar Montt, en Macul, este abogado de la UC ingresó al partido en 1999. Y no perdió el tiempo: colaboró en la campaña presidencial de Joaquín Lavín ese mismo año, olvidando su “histórica cercanía” con la DC, como él mismo define su postura política antes de conocer al ex diputado Rodrigo Álvarez -hoy subsecretarrio de Hacienda- en las salas de la UC.

 

“Es como mi hermano mayor”, explica Carter, y el responsable de que se acercara al gremialismo antes de militar formalmente. En 1997, trabajó como asesor legislativo del entonces candidato a diputado por el Distrito 60, de la Región de Magallanes y Antártica. Lo que significaba viajar todas las semanas a la zona más austral del país.

 

Los viajes y la permanente disposición para con Álvarez le valieron en 2009 el cargo de jefe de campaña, cuando el parlamentario se candidateó en el Distrito 21: Providencia y Ñuñoa. El entonces presidente de la Cámara Baja perdió ese cupo, pero Carter ganó minutos en pantalla y líneas en los diarios por una polémica que se resolvió apenas hace 3 semanas: la sede de la candidata -y luego diputada- RN Marcela Sabat había sufrido un ataque durante la campaña. Y el octavo juzgado de garantía le adjudicó la autoría al comando de su compañero de lista.

 

Ésa es una de las cosas pendientes que tengo por hacer”, responde Carter en relación a si alguna vez se contactó con Sabat por ese impasse. “No lo he hecho en este instante para no parecer interesado, pero tengo súper claro que no tuve participación en ese hecho. (…) Claramente, pienso que es una buena persona, y en algún momento me sentaré frente a ella y evaluará si soy un buen tipo”.

 

“Retráctese”

 

Pero las polémicas no eran novedad para Carter. Electo concejal por La Florida en 2004 y nuevamente en 2008 -con primera mayoría, con 11,41% de los votos-, tuvo constantes encontrones con el alcalde de la comuna y compañero de partido, Pablo Zalaquett. El más mediático de todos, en 2007, incluía un consejo supuestamente coludido y que presionó al alcalde para que prolongara el contrato de una empresa recolectora de basura, Demarco, por tres meses.

 

Zalaquett terminó accediendo a la petición y, entre sus descargos, comentó en una conversación -filtrada por la entonces concejala RN Lina Ríos- que Carter “estaba ‘mojado’ por una empresa de la licitación”. El concejal se enteró, se enojó, y lo enfrentó en tono imperativo: “Retráctese”, le dijo al alcalde, quien lo hizo públicamente. Reafirmando, de paso, que el diálogo sí existió -pero que fue “en otro tono”. Y aclarándole a Carter que no era su candidato para sucederlo en la alcaldía.

 

Otro episodio que involucró a Carter en una polémica con militantes de su mismo partido fue una licitación para el mejoramiento y recuperación de áreas verdes de la comuna. Nueve de los 10 concejales votaron por la empresa Solo Verde S.A., entre ellos Carter. Pero el DC Marco Espinoza, de quien se presumía que tenía vínculos con otra de las tres empresas postulantes, le manifestó su molestia con la elección. Y recurrió al diputado UDI del distrito, Gustavo Hasbún, para que presentara dos oficios a Contraloría exigiendo que se fiscalizara dicha adjudicación.

 

Sin embargo, Carter enfatiza que no tiene “ningún problema con Hasbún. Ninguno”. Como cualquier político que sabe hacer política, Carter tiene una respuesta correcta para cada conflicto en el que se ha visto directa o indirectamente involucrado. Sabe, también, cómo lidiar con los roces que ya tiene -y la animosidad que ya genera- en su partido. Lo hace, como cualquier político que sabe hacer política, bajándole el perfil: “A diferencia de la Concertación, los concejales de la Coalición somos muy amigos. Ellos han reconocido un liderazgo que yo no he impuesto, que no es excluyente. En mi sector no hay problema. Estamos claros que con la gran decisión histórica de Inés Gallardo, vamos a ganar el jueves sin rencor”.

 

Más que en su partido -prefiere la independencia y dice que “nunca he sido muy cercano a la estructura de la tienda, “por personalidad soy más independiente”, Carter se enfoca en sus electores. Entre ellos sí hay consenso. Medidas como el “TransanCarter”, dos buses arrendados para cubrir gratuitamente los recorridos más lentos del Transantiago en La Florida, fue una de las estrategias de campaña que le dieron la mayor cantidad de votos dentro del Consejo.

 

Sin embargo, sus antecedentes económicos cargan de nuevo la balanza hacia las opiniones encontradas. Su boletín comercial en Dicom arroja 104 protestos y morosidades, y un predictor de riesgo igual a 30.

 

Eso significa que las expectativas que se tienen de Carter como deudor se oponen a las de su electorado: mientras ellos lo escogen como su favorito para asesorar al alcalde de La Florida, el sistema estima que apenas tres de cada 100 personas con el mismo riesgo cumplen con sus obligaciones de pago durante los próximos 18 meses. Dos meses menos que el periodo restante hasta las próximas elecciones municipales, en las que Carter estará presente -ya sea como alcalde o como concejal.

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