Mitos y verdades sobre las “píldoras antirradiación”
El yoduro de potasio (KI) es una sal que se utiliza como tratamiento para la radiación porque actúa evitando que la glándula tiroides absorba el yodo radiactivo que se libera en la contaminación. Lo que no todos saben es que las farmacias, por lo general, no tienen KI disponible en sus almacenes debido a que las empresas farmacéuticas lo producen por encargo.

El yoduro de potasio (KI) es una sal que se utiliza como tratamiento
para la radiación porque actúa evitando que la glándula tiroides absorba
el yodo radiactivo que se libera en la contaminación. Lo que no todos saben es que las farmacias, por lo general, no tienen KI
disponible en sus almacenes debido a que las empresas farmacéuticas lo
producen por encargo.
Luego de la situación que se vive en Japón, varios fabricantes han informado que
sus reservas están agotadas, principalmente en Estados Unidos, China y
otros vecinos la nación nipona. Sin embargo, varios gobiernos
tienen reservas disponibles de yoduro de potasio para utilizar en casos
de emergencia.
Las recomendaciones de la Administración de
Fármacos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos indican que los estados que
cuentan con plantas nucleares tengan suficiente cantidad de KI
disponible para repartir a los residentes que viven en un radio de 16
kilómetros de estas instalaciones.
En Japón, tras la primera alerta de una posible
contaminación nuclear el gobierno repartió unas 230.000 tabletas de
yoduro de potasio a los residentes de las inmediaciones de la planta de
Fukushima.
Pero para quienes no están bajo un riesgo
directo de radiación, la utilidad del KI no sólo es muy limitada sino el
fármaco también puede ser peligroso.
Algunas verdades
El yodo es un elemento químico indispensable para el ser humano,
necesario para que el organismo, en este caso la glándula tiroides,
produzca hormonas esenciales para el metabolismo. Este tipo de yodo proviene en su mayoría
de los alimentos que consumimos y cuando hay una deficiencia de este
compuesto se receta el yoduro de potasio.
En un evento nuclear o radiológico como el que vive Japón, se libera
en el aire yodo radiactivo, uno de los isótopos que resultan de los
procesos de fisión nuclear. Estos isótopos pueden ser aspirados por el ser
humano hacia los pulmones y el compuesto también puede contaminar los
abastecimientos locales de alimentos o entrar al organismo con la comida
o las bebidas.
Cuando este yodo radiactivo entra al organismo
humano la glándula tiroides comienza a absorberlo, igual que absorbe el
yodo estable. Y si esto ocurre pueden ocurrir lesiones en la tiroides
que pueden resultar en cáncer.
Sin embargo, tal como explica en la revista Scientific American
el profesor John Boice, experto en epidemiología del cáncer del
Instituto Internacional de Epidemiología, en Estados Unidos, el yoduro
de potasio puede bloquear al yodo radiactivo para evitar que la glándula
lo absorba, pero esto ocurre cuando el material radiactivo ya ha
entrado al organismo. Es decir, el KI no evita la contaminación interna de yodo radiactivo.
Falsas creencias
Otra creencia errónea es que el KI puede proteger a todo el organismo. Según el profesor Boice, “el KI se concentra
únicamente en “ayudar” a la glándula tiroides a los efectos del yodo
radiactivo. Pero en un evento como Chernobyl, donde los reactores
liberaron también otros elementos radiactivos, como el cesio y el
estronio, el KI no puede hacer nada”.
El yoduro de potasio tampoco protege contra
otras lesiones que pueden resultar en otros órganos por la contaminación
por radiación. “Protegen contra el cáncer de tiroides, pero no contra otras posibles formas de cáncer”, agrega el profesor Boice. El experto dice, además, que la evidencia
científica muestra que los más vulnerables a los efectos de la
contaminación radiactiva -y al cáncer de tiroides- son los niños.
Por otra parte, tampoco es recomendable que los adultos mayores de 40 años tomen yoduro de potasio, ya que los beneficios entre este grupo son minúsculos.
Vía Japón: lo cierto y lo falso de las “píldoras antirradiación” en BBC.co.uk